Tras acumular tres derrotas consecutivas como visitante, en el Urbia Voley Palma nadie se fía del encuentro de mañana, a partir de las 18:00 horas, ante el colista de la Superliga.

"Los partidos en Melilla siempre son incómodos por el largo desplazamiento y, en esta ocasión, llegan muy necesitados y esperamos que no empiecen a remontar justo ahora", destacó Marcos Dreyer. El entrenador del conjunto palmesano no escondió que le preocupa "no tener estudiado todavía a sus fichajes", en referencia a la llegada de Jhonnlen Barreto. "Tenemos una espina clavada fuera de casa", asumió Dreyer en referencia a las derrotas encadenadas en Almería, Teruel y Castellón. El brasileño agregó que al plantel del Urbia le "apetece demostrar que se puede ganar fuera de casa y evitar dar el mensaje que existen problemas como visitante porque no es así". El técnico de los de Ciutat apeló a "recuperar la confianza antes de afrontar un rento grande", como es la Copa del Rey del 7 al 9 de febrero en Son Moix. Dreyer explicó que "hay que aprender" de lo sucedido en la derrota ante L'Illa Grau.

El sudamericano recordó, en tono positivo, que la pasada semana su equipo "sí supo sufrir ante el Lugo y supo hacer las cosas bien en los momentos clave de los dos primeros sets", añadiendo que "la capacidad de saber ganar jugando mal marca diferencias en estos partidos".