Marcos Dreyer y su plantilla ya han dejado atrás las fiestas navideñas para retomar este fin de semana la actividad competitiva. Mañana, a las 19:00 horas, reciben al ConectaBalear Manacor en Son Moix para iniciar la segunda vuelta de la Superliga masculina de voleibol.

"Empezamos fuerte al año con un derbi", reconoció ayer el técnico del Urbia Voley Palma. Dreyer apuntó que "esta historia de enfrentamientos dura ya dos años y, lejos de las polémicas pasadas, estamos normalizando esta rivalidad".

Sobre el conjunto manacorí, el entrenador brasileño recordó que "apostaron muy fuerte con los fichajes trayendo a tres jugadores extranjeros y a tres españoles internacionales, pero los problemas con las lesiones les han complicado las cosas en la primera vuelta".

"A pesar de los contratiempos, el Manacor está llamado a hacer algo grande esta temporada", matizó Dreyer en referencia a que el ConectaBalear se quedó al final de la primera vuelta a las puertas de entrar en la Copa del Rey.

El máximo responsable deportivo del Urbia no escondió que espera "la mejor versión del Manacor". "Y es por ello que evito excesos de confianza", dijo, incidiendo en las figuras de Ángel Rodríguez y Thiago Vanole porque "se reparten los puntos y han sorprendido ante la adversidad".

Sobre el precedente más inmediato, en la jornada inaugural de la Superliga y que los palmesanos ganaron por un set a tres en el pabellón Miquel Àngel Nadal, Dreyer recordó que sus jugadores "no jugaron bien del todo y fui crítico con el bloqueo".

Desde el Urbia Palma esperan mañana "una buena entrada en Son Moix porque es un derbi y, al que le gusta el voleibol, está loco por ver un partido grande con la Copa en el horizonte de un año especial que vamos a empezar".