El Baleares logró un punto este domingo en el Ávarez Claro ante el Melilla (0-0) y, visto lo visto sobre el terreno de juego, se puede dar por satisfecho. El de esta mañana no fue el mejor día para el conjunto de Manix Mandiola que, a diferencia de la semana pasada ante el Celta B (6-1), ofreció una versión muy gris de su juego.

Sin ideas en ataque y con sus mejores jugadores muy desacertados, el conjunto blanquiazul basó todo a su defensa y a Manu Herrera para volver a la isla con el botín de un punto ante un Melilla que controló el tiempo del partido, pero que adoleció su falta de gol arriba. Con este empate, el Baleares acumula más de un mes y medio sin conocer la victoria a domicilio, que unido al triunfo del Atlético de Madrid B, mantiene al conjunto palmesano líder con tan solo un punto de ventaja al frente de la clasificación.

Pocas notas positivas pudo obtener Manix Mandiola en la primera mitad de su equipo. Lento en la circulación de balón y sin ideas en ataque, el conjunto blanquiazul se limitó a defenderse de los tímidos ataques del Melilla, que fio todo su peligro a Mawi, el mejor de los suyos. El delantero hizo mucho daño con su velocidad a los centrales del Baleares, y tan solo la falta de acierto y el buen hacer de Manu permitieron que el marcador no se moviese en la primera mitad.

Los locales llevaron el peso del encuentro, y suya fue la primera ocasión. Deco, tras un buen pase en profundidad, puso a prueba a Manu Herrera. Entre él y la madera evitaron el primer gol de los de Manolo Herrero. Haro, Gabarre, Iturraspe o Jordan fueron meros espectadores durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Ortiz fue el único que gozó de alguna buena ocasión, como un fuerte disparo de volea en el minuto 15 que por poco no encontró portería. Los dos equipos tuvieron muchas imprecisiones y entre eso y los continuos parones, se vio muy poco fútbol en el Álvarez Claro.

Tras el paso por vestuarios, el Baleares salió con otra actitud al terreno de juego, pero muy poco acertado. Mandiola se vio obligado a sustituir a Peris, que se había daño en una jugada en la primera mitad, dando entrada a San Emeterio. Los jugadores de ataque empezaron a combinar con más claridad, pero sin crear ocasiones claras de peligro. David Haro, que no vivió su mejor día, fue el siguiente en salir del campo, para dejar su puesto a Marc Rovirola, en un intento del técnico vasco para intentar tener un mayor control del partido.

El cambio de sistema no tuvo el efecto esperado y el partido siguió por los mismos derroteros, con un Melilla al que se le hacía de noche al llegar al área del Baleares. Gabarre, desesperado arriba, apenas tuvo protagonismo en el día de hoy. Mawi, por su parte, fue un dolor de cabeza para Aurtenetxe y Orfila, la pareja de centrales. En un segundo periodo sin apenas ocasiones, volvió a probar a Manu Herrera con un fuerte disparo en el minuto 69.

La tuvo Iturraspe, que tras una indecisión de la defensa local encaró a Oleaga, pero no era el día de los atacantes blanquiazules, y su centro, blando y sin peligro, fue rechazado con facilidad. No ocurrió nada durante la segunda parte. Ninguno de los dos equipos consiguieron crear ocasiones de gol ni jugadas trenzadas en ataque. El Melilla, por el hecho de jugar como local, apretó en los últimos minutos, pero el resultado fue el mismo que al inicio del encuentro. La tuvo el Atlético Baleares mediante un remate de cabeza de Gabarre en el 89, pero no pudo batir a Oleaga. Al final, un punto para el Atlético Baleares, que por otra parte ve como el Atlético de Madrid B se sitúa a tan solo un punto de distancia tras vencer al Getafe B a domicilio.