La isla ya tiene un nuevo ganador. Ya ven. Mallorca tiene otro ídolo. Piensen en él. Aquí está. Se llama Augusto Fernández, nació en Madrid, el 23 de septiembre de 1997, pero enseguida se vino a Mallorca. Y, de inmediato, se subió a una moto de carreras de la mano, cómo no, de Chicho. Y, ayer, en su gran premio número 31, tras haber logrado una 'pole', dos podios y una vuelta rápida, va el tipo y se sube a lo más alto del podio del Mundial, convirtiéndose en el piloto español nº 46 en conseguir un triunfo en el campeonato más grande. Que sepan que el primero fue el polifacético catalán Salvador Cañellas, en 1968, que ganó el GP de Montjuïc.

"Ha sido brutal, sí, parece una buena manera de definir mi primera victoria en el Mundial, sí, sí. Sobre todo porque arrancaba desde muy atrás, desde la plaza 13ª y, por tanto, me tenía que poner las pilas desde que se apagase el semáforo. Por la mañana", explicaba ayer Fernández, "hemos hecho un cambio técnico con Santi Mulero, que es un sabio y sabe qué es lo que hay que hacer en cada momento, y la moto ha cambiado a mejor, siendo más ágil". Augusto reconoce que "había que tener paciencia, no precipitarse, como me dijo Sito (Pons, dueño del equipo), 'si pilotas bien, si pilotas como sabes, llegarás a la cabeza del grupo'. Y así ha sido. Y me he sentido muy bien en las primeras vueltas que eran, en realidad, las más complicadas, porque era las que debía aprovechar, sin precipitarme, para recuperar sitios".

Las carreras, todas, también las de Moto2, donde la igualdad mecánica es tremenda, son muy disputadas. "Cuando llegas al grupito de delante, es el momento de observar a los rivales, de ver cómo va cada uno y he decidido tirar fuerte un par de vueltas, para probarme, y al verme bien y en el sitio, he querido tener paciencia. Estamos todos igual y he pensado 'venga, carrera en plan Moto3, uno se despista, uno se va largo, uno te toca, otro te empuja' y tocaba estar firme sobre la moto".

Ni que decir tiene que Fernández estaba convencido de que la carrera llegaría al final con varios candidatos a la victoria. "Pensaba, sí, que si llegábamos así a las últimas dos vueltas, no tenía ni idea de lo que podía ocurrir. Pero, bueno, luego 'Balda' (Lorenzo Baldassarri, su compañero en el equipo de Sito Pons) ha tocado a Àlex Márquez o se le ha ido la moto de atrás, por lo que me cuentan, y, sí, me he visto muy beneficiado. Me he quedado solo en cabeza y era cosa de apretar los dientes y buscar la oportunidad soñada".

Fernández está muy orgulloso de lo hecho, de cómo ha llegado al Mundial, de su trayectoria tan variada y peleada, en distintos campeonatos, con distintas motos. Se enorgullece del camino tan variado. "Al llegar al equipo de Sito, todo parece más fácil. Siempre te pide si todo está bien, te da tranquilidad y consejos muy buenos. Con Santi Mulero sabes que tu moto será la mejor de la parrilla y siempre tendrás la mejor solución para el problema técnico que tengas. Haber estado con ellos en el último año ha sido muy bueno. Con Santi siempre acabas encontrando las soluciones".

Y ahora que puede empezar a soñar en serio, ahora que ya se ha subido al podio tres veces, que ya ha ganado un GP del Mundial, ya puede decir que lo que quiere "es ser piloto de MotoGP, como todos los que estamos aquí y acabar, o intentar, ganar algún gran premio. Y eso, la verdad, lo pensé desde el primer día que cogí una moto, de la mano de Chicho Lorenzo, con quien estuve hasta los 12 o 13 años y con quien aún me envio washaps. Él me dio una base muy buena".

La sensación que tiene ahora es que está en el buen camino y tiene ya trazada una línea a seguir. "A excepción de los dos ceros, nuestro peor resultado este año ha sido un quinto, así que ahora toca disfrutar y continuar peleando para estar entre los cinco primeros siempre. No me creo que soy tercero del Mundial, así que, a partir de ahora, lo que hay que hacer es no fallar".

Triunfo de Viñales y Mir acaba en octava posición

Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1) volvió a reencontrarse con la victoria, diez grandes premios después, al imponerse en el de los Países Bajos de MotoGP. Viñales acabó por delante de Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), con quien mantuvo una bonita pugna durante algunas vueltas, hasta que el líder del Mundial "sacó la calculadora" y decidió no arriesgar más dando por buena la segunda plaza, con el francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1), tercero. Joan Mir (Suzuki GSX RR) logró la octava posición después de partir desde la quinta plaza y partir desde las primeras posiciones en la carrera.

Márquez llegó a Assen con 37 puntos de ventaja en el campeonato y se marcha con 44 puntos al concluir el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP19) -segundo del Mundial- en la cuarta posición, por delante de su compañero de escudería, Danilo Petrucci.