Dominic Thiem frustró ayer a Novak Djokovic, que vio cómo se ha quedado sin la posibilidad de conquistar de forma consecutiva los cuatro torneos de Grand Slam, al le en una maratoniana semifinal a cinco sets (6/2, 3/6, 7/5, 5/7 y 7/5) en cuatro horas y trece minutos.

El partido entre Djokovic y Thiem fue eléctrico, un duelo de tú a tú que se llevaría el que mejor estuviera mentalmente. Tras interrumpirse el viernes el partido por la lluvia con empate a un set y 3-1 para el austriaco con break a favor, los dos entraron a la pista dispuestos a afrontar una gran batalla para plantarse en la gran final ante Nadal. De inmediato Djokovic equilibró el set y el partido al romper el servicio de su rival en el séptimo juego. Pero en el duodécimo, Thiem le devolvió la moneda para apuntarse el tercer set y ponerse con ventaja.

El balcánico no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Y en el tercer juego del cuarto set rompió el servicio de Thiem, que equilibró este en el octavo. Hasta que, con 6-5 para Djokovic, Thiem cometió una doble falta que le costaría el set. Equilibrio máximo. Buenas noticias para Nadal. En elquinto y definitivo, nueva interrupción por la lluvia y Thiem desperdiciando dos pelotas de partido. La tercera sería suya.