En un nuevo ejercicio de sinceridad y sentido de la realidad, el entrenador del Atlético Baleares, Javier Mandiola, admitió ayer que pese a ganar su equipo no estuvo fluído, ni jugó bien ante el Peralada, así como que sus jugadores se desquiciaron "un poco" ante las numerosas pérdidas de tiempo e interrupciones de los rivales.

"No hemos estado muy fluídos en nuestro juego. No siempre se puede jugar bien. En esta ocasión el viento no ha ayudado y nos ha desquiciado un poco que los rivales perdieran tanto el tiempo. La verdad es que no hemos hecho el mejor partido, pero esto es una carrera de fondo y sabíamos que perseverando ganaríamos", admitió Mánix en su análisis.

"Si nuestros centrocampistas daban un buen pase hacia Canario o Samuel podíamos generar juego, pero estaba todo muy atascado y con el viento todo ha sido mucho más complicado. Y para ser un filial, el Peralada ha demostrado más competitividad que talento", lamentó el vasco.

"La suma de todo ha hecho que tuviéramos que ganar el partido de la manera que lo hemos hecho, tras un saque de esquina. La diferencia ha estado en que entre casa y fuera aquí siempre damos un paso más y fuera de casa cuando queda poco y vemos que sumamos un punto damos un paso atrás y ya son dos de diferencia", precisó igualmente el técnico en sus explicaciones.

"Los resultados dicen que no hay equipos mucho mejor que nosotros, ni que nosotros somos mucho mejores que nadie. No podemos aflojar, tenemos que jugar siempre al cien por cien para mantenernos arriba. Solo nos queda sacar nuestra mejor versión, pero el ir ganando nos da un margen para jugar con menos nervios y tener más autoestima", propuso Javier Mandiola.

El eibarrés tras el primer gol en la Liga del central Álberto Vega celebró con ironía que muchos de sus jugadores hayan marcado y que los tantos no los aporte un solo jugador: "Menos mal que los goles los repartimos entre todos. Si los marcase solo uno nos lo hubiesen quitado en diciembre".