Los medios ya han empezado a llamarles 'dream team'. Y a ellos, ni les gusta ni les disgusta. Bueno, sí, preferirían que no les llamasen así. Marc Márquez, heptacampeón del mundo de motociclismo y el pentacampeón de MotoGP más joven de la historia, no quiere que les llamen 'Dream Ream'.
"No, no me gusta, los 'Dream Team' se ven en las pistas. Esperemos un poco", dice el catalán. Y a Jorge Lorenzo, pentacampeón de motociclismo y tricampeón de la categoría 'reina', prefiere que el Mundial empiece a rodar y veamos a cada uno en su sitio. "¡Ojalá nuestros resultados correspondan a un 'dream team', pero esperemos", indica el expiloto de Ducati.
La presentación, el pasado miércoles, del equipo Repsol Honda no pudo ser ni más especular ni más fructífera, en el sentido de que los dos campeonísimos que este año pelearán, sin duda, por el título grande, se mostraron sumamente cómplices.
Ambos reconocieron que "esta unión, aunque muchos ahora hablen de dos gallos en un mismo gallinero, ofrecerá muchísimas más cosas positivas que mnegativas". Lorenzo, que apareció en el escenario con el brazo izquierdo protegido tras su operación, 48 horas antes, en el escafoides de la mano izquierda, reconoció estar viviendo un sueño. Bueno, en realidad, el mismo del que lleva tiempo disfrutando Marc Márquez, que no parece querer moverse en su vida del equipo Repsol Honda "porque me tratan maravillosamente y estoy donde quería estar, así que por qué cambiar".
"La verdad", empezó contando Lorenzo, "es que me hubiese encantado no haber tenido que descoserme mono para poder ponérmelo, pero las cosas van como van, no esperaba lesionarme. Pero hay que afrontarlo en positivo, fiándote de los profesionales. Se trata de un hueso delicado, complicado, de los peores que se pueden romper. Hay nuevas técnicas y hemos puesto un clavo que nos ayudará a recuperarnos cuanto antes de una lesión que cualquier persona tarda seis meses en curarse. No tenía sentido viajar al test de Sepang (del 6 al 8 de febrero), pues me hubiese dolido horrores. Solo espero que este contratiempo, está lesión, provoque risas dentro de dos meses".
Lorenzo reconoció que le encantó la Honda cuando la probó tras el último gran premio de la temporada y es que aún estaba renqueante de las lesiones sufridas en su muñeca y pie izquierdo por culpa de las caídas en Aragón y Tailandia. "La moto me gustó mucho ya desde el primer día. Se trata de una moto muy ágil, que desgasta mucho menos de pilotar que la Ducati, que entra muy bien en las curvas, el equipo me encantó, me trataron con mucho cariño y atención desde el minuto uno".
Y cuando le preguntaron al mallorquín cómo piensa ganar a Marc Márquez y si tiene ya en mente alguna estrategia, Jorge Lorenzo, con la sinceridad que le caracteriza, comentó: "No es cuestión de estrategias, es cuestión de ser rápido. Si tú eres más rápido que tu compañero, le metes presión. La presión te la da ser el más rápido, pues en ese momento se ponen nerviosos y pueden cometer más errores para llegar a tu altura. El secreto, pues, tanto para Marc como para mi es ser muy rápido".
Ni que decir tiene que Lorenzo y Márquez aseguraron que trabajarían pensando en el bien del equipo e, incluso, que intercambiarían información. "Igual Marc prueba el supletorio de mi depósito y no le gusta, pues cada uno tiene sus particularidades, sus vicios, sus manías o estilo de pilotaje de cada uno".
El pentacampeón mallorquín fue el primero en rechazar esa tésis de que dos gallos no pueden compartir gallinero. "No me gusta nada eso, nada, sobre todo porque solo estoy escuchando cosas negativas sobre el hecho de que Marc y yo estemos en el mismo equipo y creo que lo positivo será mucho más negativo. Dos pilotos fuertes, en este caso campeones, siempre hacen evolucionar la moto, al equipo, motivar a la fábrica mucho más deprisa, aprender cosas nuevas, que el otro piloto no se relaje, tanto fuera como en la pista"
Y, en ese sentido, Lorenzo aseguró que estar juntos solo será beneficioso para los dos: mejorarán picándose. "Siempre me acordaré de la rivalidad que tenían Alain Prost y Ayrton Senna en la F-1 y, justo cuando Prost se retiró, Senna dijo que le echaba de menos. Es un poco un amor-odio que te hace mejorar, esforzarte, intentar ser cada día mejor. Y estoy seguro, que yo que soy mayor que Marc y, por tanto, me retiraré antes que él, recordaré que esta rivalidad que tuvo conmigo le hizo crecer y ser mejor frente a sus rivales siguientes".
Lorenzo dijo que él era distinto a Marc y Marc muy diferente a él. "Somos dos personas diferentes, que vivimos en cuerpos diferentes, que tenemos mentalidades diferentes y distintas maneras de vivir la vida y, sí, también las carreras, especialmente en la pista. Por tanto, es lógico que pensemos de forma distinta incluso la manera de afrontar las carreras, los adelantamientos, las luchas..., cada uno tiene su manera de pensar desde muy pequeños. Podemos tener nuestros roces en la pista, especialmente entre dos pilotos que están al mismo nivel, pero no hay que darle mucha importancia. Siempre he tenido buena relación con Marc, tal vez en el 2013, cuando llegó a MotoGP, no tuvimos mucha relación, pero sí más adelante en carreras, fiestas, buenos resultados tras alguna carrera". Aunque, eso sí, para los dos, el equipo está por encima de los pilotos.
Viene de una "situación triste"
Y sobre si espera retirarse en Honda, Lorenzo explicó: "Cuando llegué a Yamaha dije que quería terminar mi carrera allí; cuando llegué a Ducati volví a decirlo, así que no voy a decir nada para ver si acabo mi carrera en Honda".
Y, en ese instante, recordó su pésima salida del equipo italiano, donde tuvo una moto opuesta a su estilo de pilotaje, pero con la que también ganó cuando lo tuvo todo en su sitio. Luego, reconoció, "pase de estar en una situación muy delicada y, sobre todo, bastante decepcionante y triste, a que la vida me cambiase en dos semanas. De estar muy abajo a firmar con Honda y ganar en Mugello, en casa, con Ducati. Ya veis lo que puede cambiar la vida de un piloto en días".
En ese sentido, no se atrevió, del todo, a utilizar la palabra cariño al hablar de cómo le recibió, en Cheste (Valencia), el equipo Repsol Honda. "No sé si la palabra adecuada es CARIÑO, que, tal vez, corresponde más a un ámbito familiar y entre amigos, pero más que cariño, atención, mucha atención, aprecio como piloto y me lo demostraron desde el minuto uno, también me lo demostraron en Ducati, no voy a decir que no, pero por determinadas circunstancias no salieron los resultados. Esto es como llegar al Barça o Real Madrid. Lástima que llegue cuando ya tengo 31 años. Hubiese podido ocurrir antes o, tal vez, no ocurrir. Lo positivo es que llego a la escudería Repsol-Honda con mucha experiencia acumulada en otras motos".
