"Hay que trabajar todos los días para poder recoger los frutos con el paso del tiempo. Y esa disciplina que implica el deporte es una buena escuela de vida", declara Mariano Morell.

Su testimonio como padre de Gabriel, un joven piragüista del Real Club Náutico de Palma, es uno de los cuatro que recoge un vídeo con el que el club palmesano ha querido homenajear a los progenitores de sus jóvenes regatistas y palistas.

Ellos son Mariano Morell, Philippe Poulet, Miguel García y Xavier García. Un día decidieron, asumiendo sacrificios, llevar a sus hijos a las escuelas de vela o piragüismo del club. Y hoy sus hijos les han devuelto los esfuerzos asumiendo como propios los valores del deporte en el mar: el espíritu de equipo, la disciplina y el amor por el entorno y el medio ambiente.

"Soy aficionado a la vela, pero no pude empezar tan pronto como mis hijos", manifiesta Philippe Poulet. "Cuando llegamos a Mallorca hace doce años los apunté a la escuela de verano de vela del Náutico", explica. "Y luego fueron ellos mismos los que me pidieron seguir en invierno con la aventura de la vela". Y añade: "En Francia la vela no solo es un deporte, también una disciplina. Por eso yo valoro todo lo que su práctica les aporta como personas, que es mucho".

El hijo de Miguel García se enamoró del pigaragüismo durante un viaje familiar a Asturias, en que pudo contemplar el descenso del Sella. "Nos encantó y al año siguiente, durante una viaje escolar, ya participó en la prueba y regresó a Palma entusiamado con el piragüísmo, diciendo que quería apuntarse a la escuela del Náutico". Sobre los valores que el deporte ha aportado a su hijo, García lo tiene claro: "Me ha sorprendido gratamente el compromiso que tiene con el Club y los valores de disciplina y compañerismo que ha asumido con la práctica del deporte", destaca.

Xavier García también destaca como valores principales que la vela ha transmitido a sus hijos "el compromiso con el equipo, la amistad y la convivencia que comparten todos los regatistas". En su caso, apuntó a sus hijos a la escuela de vela porque buscaba un deporte que aunara "diversión y contacto con el mar y la naturaleza".

El encuentro con el piragüismo del hijo de Mariano Morell fue fruto de una invitación casual, como él mismo reconoce. "Gabriel tenía 6 años y un amigo que llevaba a sus tres hijos a piragüismo le animó a probarlo. Y le gustó tanto que siguió, incluso cuando sus tres amigos ya lo habían dejado". Y explica una anécdota: "Hace unos años le dije que tenía que elegir, que no podía practicar a la vez fútbol y piragüismo, que cada vez la dedicación que le exigían los dos deportes era mayor. Yo creía que elegiría el fútbol, pero para mi sorpresa prefirió seguir con el piragüísmo desvela".

El vídeo que recoge los testimonios de los padres y que constituye un homenaje a su labor se estrenó la noche del pasado viernes durante la Fiesta del Deporte del Real Club Náutico de Palma, celebró ayer especialmente las 48 medallas conseguidas la pasada temporada por sus equipos de piragüismo y vela en competiciones nacionales e internacionales.