Artà celebró por todo lo alto el triunfo de etapa y el ascenso al podio de Enric Mas. El café Almudaina se convirtió en el epicentro de los festejos del pueblo por el éxito de su joven vecino. El bar reunió a un gran número de aficionados al deporte, los que habitualmente se citan para seguir los partidos del Barcelona y otros que lo hicieron para animar a su paisano, dispuesto a hacer historia en la ronda española.

"Enric ha eclipsado a todo el Barça", presumía uno de los vecinos que se encontraban en el local cuando en el televisor se vio al corredor levantar los brazos al cruzar la línea de meta y todos festejaban el triunfo. Y es que solo tres de los presentes en el bar estaban pendiente del Barça en su partido liguero en el campo de la Real Sociedad. El resto solo tuvieron ojos e interés en lo que pasaba con Enric Mas y la posibilidad de que se metiera en el podio de la Vuelta tras abandonarlo en la etapa del viernes.

Si Mas contaba desde su pueblo natal con el apoyo de una gran parte de sus vecinos, el joven artanenc no estaba solo ayer en el Coll de La Gallina. Además de sus padres, que el pasado viernes viajaron hasta tierras catalanas para seguir las evoluciones de su hijo en las tres últimas etapas de la Vuelta, el segundo clasificado en la presente edición de la Vuelta ha disfrutado de la compañía de cinco de sus mejores amigos de Artà, que le han seguido en la Vuelta con una caravana y que ayer le esperaban en la línea de meta. Adrià Vandrell, primo del ciclista, Bernat Esteva, Joan Massanet, Miquel Sebastià Rosselló y Mateu Vives no quisieron perderse un momento esperado por todos ellos, conocedores desde hace tiempo de las posibilidades de su amigo en el mundo de las dos ruedas.

Mientras, un grupo de vecinos se acercaban hasta la rotonda de entrada de Artà y colocaban una pancarta en honor del nuevo héroe local, que mañana lunes recibirá un cálido homenaje en el Ajuntament de la localidad.