Guillem Vallori no dudó ayer a la hora de hacer autocrítica respecto a lo sucedido el curso pasado, cuando el Atlético Baleares, que tenía aspiraciones de ascenso, se acabó salvando en la última jornada. "No debemos cometer los errores del año pasado y decir que tenemos que estar arriba sí o sí. Cada partido será una guerra y ya veremos dónde estamos", comentó ayer después de la segunda sesión de trabajo de la pretemporada, realizada en Golf Maioris de Llucmajor.

El central se mostró satisfecho por el talante de los fichajes que ha efectuado el club hasta el momento, como son Nuha Marong, Adri Hernández, Marcos se incorporará hoy al trabajo. "Los nuevos son gente abierta, somos extrovertidos y queremos que estén bien aquí", señaló antes de reconocer la exigente sesión que les había programado el preparador físico Aitor Maiztegui. "Durante la pretemporada debe haber estas sesiones más duras porque cuando abandonas el campo es solo correr. El Golf de Maioris te proporciona diferentes pendientes y tal vez tengamos agujetas, pero vale la pena. Se suelen odiar las pretemporadas porque son horas sin tocar balón para poder ponerse a tono. Lo bueno es que hemos ganado una semana al empezar la Liga el 26 de agosto y nos podemos dosificar mejor. Creo que eso evitará lesiones y sobrecargas", se explayó convencido.

El mallorquín, de 36 años, asegura tener la misma ilusión que cuando era más joven para afrontar otro año a las órdenes de Manix Mandiola. "La experiencia te permite saber que no puedes competir contra chavales de 20 años, pero me colocaré mejor y subiré menos veces al ataque, cuando toque. Es dosificarse. El fútbol no es solo físico, también es mental. Preparo mi tercera temporada en el Atlético Baleares motivado, tengo muchas ganas porque acabé muy bien la campaña pasada", apuntó visiblemente esperanzado ante el nuevo curso.