Morzine es una entrañable estación de esquí situada en los Alpes franceses que este sábado transformará sus aledaños para acoger el Campeonato de Europa de Spartan Race, una modalidad deportiva que compagina la carrera con la superación de obstáculos.

Desde la primera edición en las montañas de Vermont, en 2010 y con 500 corredores, el número de participantes ha crecido exponencialmente. Mallorca y sus mallorquines tampoco han sabido escapar al entramado que engloba este espectáculo mundial que desafía los límites físicos y mentales de sus corredores.

Albert Rodríguez, Joana Coll, Guillem Alcover, Neus Ramis, Daniel Villasur y Christian Dameris son seis de los seleccionados por el ranking europeo para participar este fin de semana en la prueba. Lo que empezó como un hobby es, hoy por hoy, una forma de vida. Alimentación, entrenamientos, gimnasio, trails... Todo ayuda para convertirse en el mejor 'spartano' del mundo.

"Me lié solo. Estaba viendo vídeos por internet y me llamó la atención este mundo. Vi que en Mallorca se organizaba por primera vez una carrera espartana y me animé", confiesa Alcover, quien logró la clasificación para el Europeo en su primera participación en este tipo de carreras.

No tan novatos como Alcover son el resto de sus compañeros. Dameris, por ejemplo, afrontará en Francia su séptima prueba: "Hace dos años empecé a tomarme en serio el crossfit funcional. A partir de ahí empecé a conocer gente del mundo del trail que me hablaron sobre el mundo de la Spartan. Las primeras fotos que vi me dieron hasta miedo, pero me convencieron y, desde entonces, no me he perdido una carrera".

Pese a su clasificación para el Europeo, Joana y Neus no acudirán a su cita con Morzine. Afrontar una prueba de estas características exige encontrarse al 100%, tanto física como mentalmente, por lo que ambas corredoras tomaron la decisión de no arriesgar para una fecha tan próxima y preparar en condiciones el Mundial de septiembre en California, prueba para la que también están clasificadas.

"Mi objetivo ahora es recuperarme, por lo que tuve que renunciar al Europeo, pero espero llegar al Mundial. Experimentar la llegada a meta en una prueba como esta es algo que quiero vivir. Aún así, si no consigo patrocinadores, veo muy difícil el poder acudir. La inscripción, el viaje, el alojamiento, es algo complicado de asumir para alguien que vive esto como un hobby", reconoce Coll. "La inscripción no es nada barata, por eso siempre me he planteado las pruebas de modo que, además de correr, aprovecho el viaje para hacer turismo. En septiembre tenemos la prueba de San Francisco y, aunque no esté recuperada de la rodilla, viajaré porque es un destino que vale la pena", asegura Ramis.

Mallorca acogió el pasado 3 de marzo su primera prueba de obstáculos en el Acuartelamiento Jaime IIprimera prueba de obstáculos en el Acuartelamiento Jaime II. Su éxito, tanto de participación (5.000 corredores) como de organización, confirmó la cita en las mismas instalaciones para la temporada que viene. "Es verdad que se trata de una prueba con obstáculos, pero el 90% es correr. Si tienes un mínimo de fuerza y agilidad los obstáculos se pasan relativamente fácil, pero si no te gusta correr, se puede hacer muy complicado", confiesa Villasur.

Spartan Race es todo un éxito en el mundo de las carreras de obstáculos porque sus creadores han sabido ofrecer tandas para todos los niveles de forma física. Los tres tipos principales de carrera son la Sprint, que pone a prueba la resistencia combinada con la rapidez a lo largo de 5 km y 20 obstáculos.

La Super, carrera que mezcla a partes iguales el esfuerzo físico y mental, compuesta por un mínimo de 12 km y al menos 25 obstáculos y la Beast, en la que competirán este fin de semana, donde los participantes tienen que superar un circuito de más de 20 km y al menos 30 pruebas antes de cruzar la línea de meta.

"La prueba que considero más complicada es la Sprint porque no se puede fallar ningún obstáculo. En una distancia Super o Beast, puedes errar y como compensación tendrás que hacer 30 burpees, pero hay tiempo para recuperar el terreno, en la corta es algo que te condena", asegura Rodríguez, quien acude al Europeo gracias a la colaboración de Spartan Academy, centro en el que se prepara para dichas pruebas.

El levantamiento de peso con poleas, saltar sobre fuego, atravesar una monkey bar, lanzar una jabalina o subir una cuerda vertical son solo algunos de los obstáculos que los 'spartanos' se van encontrando a lo largo del recorrido, pero por difícil que puedan parecer estas pruebas, todos coinciden en el obstáculo que peor llevan: el slackline. "La mayoría de pruebas se pueden entrenar, pero el equilibrio es algo superior a mí", reconoce Alcover. "Al principio pensaba que nunca podría subir la cuerda vertical, pero una vez coges la técnica, no hay ningún problema. Lo del equilibrio, sin embargo, o naces con él o es complicado", asegura Coll.

A pesar del aspecto competitivo de las pruebas, Ramis destaca el "gran ambiente" que se vive en estas carreras: "Si te paras por algo, sabes que cuatro o cinco personas que no conoces de nada se detendrán contigo para preguntarte si te pasa algo. Las buenas formas siempre superan a la competitividad en este mundo".

Sea cual sea el resultado en Morzine, donde concurrirán los mejores europeos, todos coinciden en un mismo aspecto: "La experiencia y la satisfacción de atravesar la línea de meta en una prueba así es algo que no nos chafará ningún resultado".