El italiano Marco Cecchinato, que nunca había ganado un partido de Grand Slam hasta este Roland Garros, derrumbó a Novak Djokovic, un campeón de la historia del tenis, y pasó a las semifinales de Roland Garros, en las que se medirá al austríaco Dominic Thiem, que arrolló al alemán Alexander Zverev. Un chico siciliano de 25 años cuyo único título es el abierto de Budapest de este año -al que además llegó como repescado- derrumbó en la Suzanne Lenglen por 6-3, 7-6 (4), 1-6 y 7-6 (11) en tres horas y 26 minutos al laureado Djokovic, quien regresaba a un 'Grand Slam' después de una dura operación en el codo. El serbio tuvo tres bolas de set para ponerse dos a dos, pero no las aprovechó y Cecchinato acertó en la cuarta bola de partido en un frenético desempate que llegó hasta 13-11. "Quizá estoy todavía soñando. Es increíble vencer a Djokovic en unos cuartos de final. Jugué un partido increíble", dijo nada más acabar el partido el tenista transalpino, quien rompió a llorar de emoción.

Por su parte, el encuentro anunciado como el más interesante de los cuartos no fue tal. Disminuido por problemas físicos y por un rival entonado, el jugador llamado a ser número uno del mundo, Zverev, sucumbió a Thiem por 6-4, 6-2 y 6-1 en solo una hora y 50 minutos. "Planteé retirarme, pero decidí que no quería hacerlo. Todavía menos en unos cuartos de final de un 'Grand Slam'. Sabía que no iba a ganar el partido. Casi no me podía mover. No podía sacar. No podía hacer nada", contó el espigado muchacho de origen ruso.

Thiem, octavo jugador del mundo, se mostró intratable. Agresivo, certero y bien colocado en pista, apabulló al rival contra el que había perdido en la final de Madrid de este año.