Los pasos que van dando Real Mallorca y Atlético Baleares siguen siendo diametralmente opuestos. Mientras los bermellones acumulan pasos adelante, los blanquiazules los siguen dando hacia atrás, aunque con matices. En el caso de los mallorquinistas, estos se propusieron al inicio de temporada tres objetivos, y de momento ya se han cumplido dos. El primero era asegurar plaza de play-off, cosa que se consiguió sin demasiados problemas porque las distancias con el quinto se dispararon de manera exagerada. El segundo era quedar campeón y, aunque en algún momento, por aquello de las malas rachas, se llegó a pensar que corría peligro, al final también se ha resuelto con solvencia en la penúltima jornada y pudo haberse solucionado mucho antes. Ahora queda el tercero, que es el más difícil, a priori. Ascender a la primera en la eliminatoria directa. Ese es el objetivo principal de la entidad, técnicos, jugadores y aficionados y nada que no sea eso tendrá valor. Hubo disparidad de opiniones si el campeonato del grupo debía celebrarse. Unos consideran este título un éxito, y otros una obligación, allá cada cual. En cambio en el Atlético Baleares se dan pasos hacia atrás aunque con matices. La derrota en Cornellá es, evidentemente un paso atrás, pero al Baleares le pasan cosas en los partidos de equipos implicados. En esta ocasión, peor hubiera sido que Llagostera, Olot y Saguntino ganaran, y sin embargo perdieron los tres, lo que le da opciones aún al Baleares en la última jornada del campeonato que será de infarto, porque algunos equipos implicados en el descenso juegan contra equipos implicados en conseguir zona de play-off de ascenso, casi nada. El Real Mallorca espera rival para los play-off y el Atlético Baleares espera un milagro, no sé qué puede ser más complicado, si lo uno, o lo otro. Habrá que esperar una o varias semanas más, en ambos casos.