Nicolau Mir (Palma, 2000) ya piensa en Tokio 2020. El gimnasta del Club Esportiu Xelska ha completado una temporada inmejorable que le permite mirar al futuro con optimismo y ambición.

El joven gimnasta entrena estos días en el Centre de Tecnificació Esportiva de las Illes Balears después de brillar en los Juegos Olímpicos Europeos Junior (FOJE), donde ha conseguido cuatro medallas: una de oro en suelo y tres de bronce en salto, paralelas y en concurso individual. "Teníamos expectativas de llegar a algunas finales y conseguir a lo mejor una medalla, pero no esperábamos unos resultados tan buenos. Estamos muy contentos", confiesa a DIARIO de MALLORCA. "La primera medalla (bronce en concurso general individual) no me la esperaba y fue algo impresionante, con mi padre (Pere Mir) y mi madre (Pràxedes Rosselló) en la grada", recuerda.

Estos resultados elevan las expectativas de Mir, que ahora va a competir con los mejores en la categoría senior. "Tokio está relativamente lejos, pero es el objetivo número uno. Es un sueño para cualquier deportista y las experiencias que me ha contado mi padre son una pasada, pero antes hay europeos y mundiales. Ahora quiero empezar bien y meterme en el equipo nacional", explica con afán. Mir es consciente de que competir en senior le va a exigir mucho más, aunque sabe que si trabaja todo va a ser más fácil: "Va a ser más difícil porque voy a competir con los grandes, que son más buenos y tienen más experiencia. Los entrenamientos creo que serán más o menos igual, aunque seguro que el principio es mucho más duro".

Mir, que en el futuro quiere estudiar fisioterapia, está contento en el Centre de Tecnificació y de momento no tiene la intención de marchare de la isla para continuar con su preparación. "No creo que sea un cambio muy grande y me va perfecto estar aquí. El centro nos facilita muchas cosas para poder estudiar y entrenar a la vez. Estoy en casa con mi familia y estas instalaciones son muy buenas, entonces no necesito nada más", explica Mir, que entrena todos los días de la semana menos lo domingos. El mallorquín se ejercita con Manuel Fernández, un técnico que ha llegado expresamente desde Madrid para preparar a Mir: "Me ha ayudado mucho y es importante, porque los entrenadores que teníamos antes, aunque son muy buenos, no podían mantener el ritmo de trabajo porque tienen otras ocupaciones".

Los padres de Mir son entrenadores en el club, de manera que la gimnasia es algo que ha vivido desde pequeño. "Puedo decir que nací debajo de unas paralelas (ríe) y desde muy pequeño mi padre ya me llevaba al gimnasio. En casa siempre me han ayudado mucho y me dan consejos desde su condición de gimnastas. Ellos entrenan al equipo femenino y siempre han dejado decidir a mis entrenadores, pero me hablan de la actitud y de saber escuchar", explica. Mir, que ahora está en el segundo curso de Bachillerato, quiere seguir estudiando, pero también desea ser entrenador: "Estoy haciendo el curso de entrenador nivel uno y es un trabajo que me gusta bastante. Yo creo que en el futuro seré entrenador".

Mir, que ha sido el mejor español en la categoría junior, tiene tres años para cumplir su sueño: estar en Tokio 2020.