Mallorca B y Atlético Baleares se quedaron sin marcar. El marcador se mantuvo tal y como estaba antes de empezar (0-0) en un partido en el que, por lo visto tras el tedioso primer tiempo, mereció más el cuadro rojillo. Pero de nuevo mostró su continuo divorcio con el gol, sumando ya trece partidos sin inaugurar su casillero de tantos a favor.

Mucho mejor no estuvo precisamente el Atlético Baleares, que conservó su marco a cero, pero que suma motivos para la queja al ver cómo el remate al fondo de las mallas de su delantero Rubén Jurado, en el minuto 79, fue anulado por una falta que, como poco, ofrece serias dudas. Sea como fuere, el cero a cero final no sirve a ninguno de los dos equipos y los aleja un poco más de sus objetivos: la permanencia por parte del Mallorca B y el play-off por el ascenso en el caso de los blanquiazules.

Del partido en sí, puede desglosarse en dos partes bien diferenciadas. En el primer tiempo, un remate entre los tres palos en 45 minutos -de Ángel por parte rojilla a la media hora de partido- resume lo que fue un anestesiante encuentro hasta el descanso, en el que el último fichaje del Baleares, el exrojillo Uche, dejó una gran impronta, siendo el mejor de largo pese a llevar solo un entrenamiento con su nuevo equipo.

Lo más positivo de este primer periodo, que resultó todo un culto al bostezo, fue que el colegiado Díaz Escudero no alargó innecesariamente el tiempo reglamentario de un derbi olvidable sobre todo para el espectador, que se aburrió -y se congeló- de lo lindo.

Tras el intermedio, el encuentro viró del costado local. El Mallorca B comenzó a presionar muy arriba, dificultando la salida del balón por parte blanquiazul; y con un punto de celeridad que no se vio en la primera parte. Y así empezaron a caer, por goteo, las ocasiones.

Primero Tià Sastre de cabeza tras botar Serrano una falta al área visitante. Posteriormente, Juanjo asiste a Alex Serrano desde su banda derecha, pero el remate del experico se fue fuera por poco. El acoso rojillo continuaba, con dos acciones de Cedric -en dos ocasiones-, Sergio Cortés y Ángel Sánchez que pusieron en un brete la integridad del marco de Aulestia. Todo en el espacio de 20 minutos que se le hicieron interminables a los blanquiazules.

Después llegó un periodo de respiro para los de Christian Ziege que coincidió con la aparición en el césped de Luciano Becchio y las ganas que le ponía por la izquierda el gallego Julio Delgado.

Otra cosa son las ocasiones. Solo tuvo dos. Un centro de Cristeto lo cabeceó Becchio a las manos de Valens cuando estaba en posición franca y el gol anulado a Rubén Jurado, que dio paso a un tramo final celérico de partido en donde primero Cano y sobre todo Cedric, con su cabezazo al larguero tras centro de Pol, pudieron cambiar la historia del derbi.

Al final, sigue la buena onda a nivel de resultados para el Baleares en Son Bibiloni. Otra cosa es que este empate deje satisfecho a ambos equipos tal y como están en la clasificación, el filial en descenso y los blanquiazules fuera del play-off de ascenso.