Rafel Nadal, ocho veces campeón del Trofeo Conde de Godó, se estrenó ayer en el torneo con una fácil victoria (6-3 y 6-2) ante Marcel Granollers, en una hora y 31 minutos de juego. Hoy se enfrentará, no antes de las 13:30 horas -Teledeporte y C+Deportes2-, al catalán Albert Montañés, que superó con sorprendente facilidad al decimocuarto cabeza del torneo, el portugués Joao Souza, por 6-1 y 6-3.

Nadal empezó el partido perdiendo su saque, pero luego encadenó cuatro juegos seguidos, con un tenis agresivo y con susto incluido, pues sufrió una pequeña torcedura de tobillo cuando intentó devolver un golpe de Granollers desde el fondo de la pista.

El manacorí, que declinó la asistencia del fisioterapeuta después de pedirlo, exhibió el tenis que le hizo volver a ganar la semana pasada en Montecarlo.

A Nadal la derecha le vuelve a correr como en los viejos tiempos, lo que le permite jugar mucho más metido en la pista y llevar la iniciativa en casi todos los puntos. Granollers, que ha perdido los cuatro partidos que ha disputado con el isleño, pudo comprobarlo en persona. Cedió la primera manga por 6-3 y, en la segunda, volvió a ir a remolque desde el principio, al perder el servicio en el primer juego. Luego, el barcelonés ya nada pudo hacer ante la consistencia del nueve veces campeón de Roland Garros, que le hizo otro ´break´ en el séptimo juego para cerrar el partido con un claro 6-2 en el segundo set.

Nadal reconoció que no fue una jornada para tener "grandes sensaciones" debido al fuerte viento. El primer cabeza de serie del abierto barcelonés se mostró satisfecho, no obstante, de conseguir el pase a los octavos de final, en los que le espera Montañés. "Albert tiene un gran mérito de seguir ganando partidos a su edad (35 años). Es un gran ejemplo y un rival a tener en cuenta siempre. Estoy preparado para intentar hacer un buen partido", dijo. Ante Granollers, el número cinco del mundo admitió que no ha podido desplegar su mejor tenis debido, en parte, al fuerte viento que soplaba en la pista central. "Creo que desde que rompí el servicio en el uno iguales y pase al 4-1 jugué bien, con orden. También empecé bien el segundo set. Después se ensució un poquito más, pero no he sufrido mucho. No era un día para tener grandes sensaciones. Era un día para hacer lo que se tenía que hacer y pasar de ronda", subrayó. Nadal señaló que, en un momento del primer set, a punto estuvo de torcerse un tobillo al resbalarse mientras intentaba devolver un golpe de Granollers desde el fondo de la pista. "Había un hueco y, por suerte, me he tirado al suelo. Si hubiera tirado hacia arriba estaríamos en otra situación. Me ha pasado esto muchas veces. Si lo hubiera salvado, ahora no estaría en la misma situación", explicó.

En la rueda de prensa posterior a su debut, Nadal también fue preguntado por sus sensaciones después de ganar, el pasado domingo, el Abierto de Montecarlo por novena vez en su carrera. "Cada año es diferente. Gané ocho años casi seguidos en Barcelona. No hay dos sensaciones iguales, pero es evidente que el hecho de haber ganado en Montecarlo es importante. Se ha competido y la verdad es que me siento bien", subrayó. En este sentido, insistió que encadena varias semanas "entrenando y jugando a un gran nivel" y confía en mantener esta dinámica en el Godó. "Necesitaba unas semanas consecutivas como las que estoy teniendo. Cuando consigues el nivel alto, es una rutina. Estoy feliz. Barcelona es otra oportunidad para competir bien", concluyó.

Por su parte, el japonés Kei Nishikori, segundo cabeza de serie del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, venció sin ningún problema al holandés Thiemo de Bakker (6-4 y 6-2) y se metió en octavos.