El fervor mallorquín por la ´Volta a sa Dragonera´ en piragua se pudo comprobar ayer en la vigésimo tercera edición de la popular prueba. Todo un acontecimiento que llenó la andritxolera playa de Sant Elm de piraguas y medio millar de palistas. Un éxito de participación y un desarrollo de la prueba en calma, sin sustos, ni contratiempos.

Hasta 500 palistas aceptaron en esta ocasión el reto, no competitivo de dar la vuelta a la Dragonera. Un recorrido de 12 kilómetros, que los mejores consiguieron completar en dos horas.

La cita, promovida por la entidad Voltors OJE, tuvo lugar tras el aplazamiento que impidió su celebración el14 de junio, debido al mal tiempo. La organización no querían que volviese a suceder lo ocurrido el año pasado, cuando un repentino temporal sembró el pánico y comprometió la salud y vida de numerosos participantes. Entonces, más de un centenar de personas, entre ellos varios niños, tuvieron que ser rescatados. Un incidente sin heridos de consideración, pero con una imagen de terror que a punto estuvo de convertirse en drama y que generó numerosas quejas contra el dispositivo de seguridad.

Por ello, la organización de la ´Volta´ quiso hacer ayer especial hincapié en las medidas de seguridad. Las fechan fueron cambiadas dos veces. La primera por el temporal y la segunda porque coincidía con un triatlón en el Port d´Andratx, restando participación a la cita de piragüismo.

Los posibles rescates y el control de seguridad de la prueba corrieron a cargo de siete barcos especiales y la organización contó con hasta 25 embarcaciones de voluntarios. Por su parte, la Guardia Civil del Mar tuvo mucha más presencia que el años pasado.