Pese a su contundente victoria en la final de la Copa de Maestros, poniendo brillante colofón a un final de temporada espectacular, Novak Djokovic ha acabado por detrás de Rafel Nadal en la clasificación ATP de 2013. Hay que recordarlo porque todos los elogios, o muchos de ellos, con todo merecimiento se los ha llevado el tenista de Belgrado, pero nadie que siga el tenis debe olvidar la grandiosa temporada de nuestro gran campeón, posiblemente el mejor deportista español de la historia.

Nadal ha conquistado diez títulos, por siete Djokovic, dos de ellos de Grand Slam, por uno del serbio. Son argumentos lo suficientemente sólidos para valorar la justicia del asalto del mallorquín a la cima del tenis. Precisamente por tener al otro lado de la red a un rival de proporciones gigantescas convierten el año de Nadal en sencillamente extraordinario. Y más, después de venir de donde viene, alejado siete meses de las pistas por una lesión que le hizo ver más fantasmas de los deseados. Menos el borrón de la hierba de Londres, el de Manacor ha ganado en todas las superficies, por supuesto en la de tierra, con su octavo Roland Garros, y en rápida, en Indian Wells, en Cincinnati y, sobre todo, en el US Open, derrotando a Djokovic en la final. Desde esa fecha, el balcánico no ha perdido un solo partido. Los números de ´Nole´ engrandecen todavía más los de Nadal, indiscutible protagonista de un 2013 estelar.