El serbio Novak Djokovic señaló ayer tras imponerse al mallorquín Rafel Nadal en la final de Pekín que había aprendido la lección después de las últimas derrotas que había sufrido ante él y que necesitaba a toda costa la victoria para sentirse aliviado. "Aprendí la lección. Fueron unos partidos muy duros y disputados los que perdí con Rafel en pista dura, especialmente el último en Nueva York, por eso necesitaba esta victoria", analizó Djokovic. "Quería tener en mis manos el trofeo y ganar a Nadal, que ha sido el mejor jugador de 2013 con mucho". "En esta temporada he tenido altos y bajos, y no lo he hecho demasiado bien en los torneos fuera de los Grandes", admitió el de Belgrado. "He perdido importantes partidos contra Nadal, por eso significa mucho para mí ganarle hoy (por ayer). Me siento aliviado de alguna manera, y quiero continuar jugando al tenis de la forma de hoy", expresó.

Djokovic dijo que a veces es bueno estar esperando la oportunidad de convertirse en número uno para hacerse más fuerte. "Todo es un proceso, por ejemplo Nadal. Él ha sido el jugador que durante más tiempo ha sido número dos hasta que se convirtió en uno, detrás de Federer hasta 2008. Hay que compartir experiencias y desafíos para mantenerse luchando año tras año, creyendo que puedes ser número uno del mundo", dijo.

"Por eso tengo un tremendo respeto y admiración por lo que ha hecho. También a mí me ha ayudado a ser más fuerte, y para convencerme de que después de muchos años siendo el tres o el dos del mundo, podía convertirme en número uno", añadió. "Ha sido una increíble semana para mí de nuevo en Pekín. Y sigo sin perder un partido aquí. Me encantan las condiciones, me encanta la pista y la atmósfera", sentenció el serbio.