Al Iraurgi se le apareció ayer el ángel del triple. Un demoledor arranque de encuentro, con cinco triples anotados en los primeros diez minutos fue el principio del fin de un Palma Air Europa que vio como al final su rival anotaba ni más ni menos que doce lanzamientos desde el 6´75, con un excelso 60% de acierto. Una circunstancia que mediatizó, y mucho, el juego de los mallorquines. De salida, el ritmo de juego y las canastas eran patrimonio de los vascos.

Matías Cerdà respondió a la ofensiva local sacando en pista a Velski para buscar más dureza defensiva junto a Robert Joseph, y de paso abrir más espacios para que los francotiradores del Palma hiciesen fuego. Biel Torres, el mejor ayer, junto con Miki Corbacho dieron oxígeno al alicaído ataque visitante, pero el ISB negociaba a la perfección sus ventajas en el marcador. Además, el pívot gallego Antonio Pantín, que no salió en el quinteto titular, estaba ayer de dulce, yéndose al descanso no solo con clara ventaja de su equipo (42-27) sino con ya once rebotes en su haber.

En el segundo acto, seguía el Palma perdido. Los vascos ensancharon su ventaja hasta los 21 puntos (55-34, minuto 25). Los mallorquines intentaban recortar distancias en el marcador.

Apretaron en defensa y consiguieron recortar algo las distancias hasta llegar al final del tercer parcial cayendo de 18 (65-47). En el último cuarto, buscó el Palma lo imposible. Fue un torbellino en ataque, anotando 39 puntos. La desventaja era tan amplia que al final solo quedó el consuelo menor de haber caído con honor, pero derrotado a fin de cuentas por un Iraurgi que mostró trazas de gran equipo.