­Lo que tenía que ser una reunión para aproximar posturas en las manifiestas diferencias entre los trabajadores y los dirigentes del Real Mallorca, se convirtió en una cita tensa. Media hora antes de comenzar el encuentro, celebrado en la sala de trofeos del Iberostar Estadio, el club comunicó al director de Comunicación, Jordi Jiménez, que estaba despedido. El presidente Jaume Cladera y el máximo accionista Llorenç Serra Ferrer firmaron la carta de despido al hasta ayer máximo responsable del área de Comunicación de la entidad, que no rubricó cuando le fue entregada por el gerente Juan Barrios. La salida de Jiménez se produjo a espaldas de los administradores concursales.

Los motivos del despido no se han hecho públicos, aunque los dirigentes aducen falta de lealtad hacia la institución, que se traduce en que Jiménez se haya aliado desde el primer momento con el director general Pedro Terrasa en el pulso que mantiene desde su llegada con Serra Ferrer.

Con este precedente comenzó la reunión con unos cuarenta trabajadores de los aproximadamente setenta que componen la plantilla del Mallorca, con la asistencia del secretario de Acción Sindical de UGT, Manuel Pelarda. Parte del personal que se ausentó trabaja en las instalaciones de son Bibiloni.

"Vamos a quitarnos las caretas. No es justo que treinta minutos antes de la reunión se haya despedido a un empleado porque eso coacciona a los trabajadores". Fue la primera intervención de Pedro Terrasa, quejándose del despido del director de Comunicación, persona de su confianza. Algunos de los presentes calificaron de "poema" la cara que se le quedó a Cladera.

Durante la reunión, ninguno de los presentes se quejó de ´mobbing´, algo que sí denunciaron en los últimos días, pero sí hubo coincidencia generalizada en el mal ambiente que se respira en el club por lo que consideran recriminable comportamiento de Serra Ferrer con los empleados.

La reunión comenzó con la intervención del presidente, que se mostró dispuesto a establecer un "diálogo abierto" con los trabajadores presentes sobre sus quejas por el supuesto trato dispensado por algunos de los componentes del Consejo. En el comunicado que el club emitió ayer, y para sorpresa de los trabajadores, se dice que Cladera comenzó su parlamento tranquilizando al personal "porque no hay intención de eliminar ningún puesto de trabajo", cuando ya era de dominio público que pocos minutos antes había firmado la carta de despido del director de Comunicación.

Cladera anima a los trabajadores a denunciar en los juzgados si consideran que han sido objeto de ´mobbing´.

Comité

El representante de UGT, Manuel Pelarda, notificó al club el inicio del proceso para celebrar elecciones sindicales, que en un plazo de dos meses deben desembocar en la formación de un comité de empresa. El 27 o 28 de este mes se constituirá la mesa electoral, que estará formada por el trabajador más antiguo, que será el presidente; el más joven, el secretario, y el mayor en edad, vocal. UGT realizará una inspección de la situación laboral que se vive en el club, una especie de trabajo de campo que incluirá un cuestionario, anónimo, a todos los trabajadores.