­A lo largo de sus catorce temporadas en Primera División el Real Mallorca no ha sido ajeno a las grandes gestas y a los resultados imposibles. Los bermellones, siempre en el papel de víctimas, han sido capaces de golpear en el feudo de los dos acorazados de la Liga. El sábado toca rendir visita al Camp Nou para medirse a un Barcelona inasequible sobre el papel, por mucho que los blaugrana aparenten pasar por un mal momento de juego. Las fuerzas están muy desequilibradas y el Real Mallorca está obligado a una hazaña para arañar al menos un punto.

En el pasado ya ocurrió, y no hay que echar la vista muy atrás. El 3 de octubre de 2010 el Barcelona tuvo a los bermellones contra las cuerdas durante los primeros cuarenta minutos del partido. Pero Messi solo pudo materializar una de las múltiples ocasiones que disfrutó ante la portería de Aouate. Y Nsue, al culminar un rápido contrataque, cabeceó a la red para poner un 1-1 que acabaría siendo definitivo. A aquel equipo de jóvenes que daban sus primeros pasos en Primera División le bastó con una segunda mitad de trabajo defensivo para dejar seriamente ´tocado´ al ganador de aquella Liga.

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