"Vamos a meternos en las tripas de la cantera". No es una simple declaración de intenciones. Joaquín Caparrós empezará a tomar el pulso a las categorías inferiores el próximo martes por la tarde dirigiendo su primera sesión de tecnificación con los más jóvenes. Esta modalidad de trabajo, que le hizo célebre cuando entrenaba al Athletic de Bilbao, consiste en convocar a jugadores de los equipos juveniles y del filial una vez a la semana para desarrollar trabajo táctico, una de las obsesiones del entrenador andaluz.

Caparrós llamará a los futbolistas más destacados de las categorías inferiores –incluyendo cadetes, si detectara alguna joya– y los dividirá semanalmente según la posición que ocupen sobre el terreno de juego: defensas, centrocampistas y delanteros. Durante algo más de una hora y media el técnico tratará de inculcar a los más jóvenes sus conceptos de la disciplina táctica, poniendo el acento en la salida y el manejo del balón, la colocación sobre el terreno de juego y el remate.

Es un trabajo pedagógico, pero con estas sesiones Caparrós también pretende acortar la distancia que hay entre el primer equipo y las categorías inferiores y dar confianza a los jóvenes haciéndoles entrenar a sus órdenes.

El andaluz nunca ha tenido miedo a contar con la cantera. En las cuatro temporadas que se sentó en el banquillo del Athletic de Bilbao asombró frecuentemente convocando a chavales de 15 y 16 años con el primer equipo. En muchos casos no se llegaban a vestir de corto, e incluso no volvían a ser convocados, pero era una manera de darles confianza haciéndoles partícipes del proyecto. El caso más sonado fue el de Muniain, al que Caparrós hizo debutar en un amistoso con el primer equipo a los catorce años. Unos meses después el vasco jugó su primer partido oficial con el primer equipo.

Su valentía para subir a un canterano es proporcional a su determinación para devolverle a las categorías inferiores si cree que todavía está verde para jugar en la máxima categoría. En Bilbao Caparrós hizo debutar a una veintena de jugadores en Primera División, pero muchos de ellos se quedaron por el camino. Jugadores como Susaeta, Ekiza, Iturraspe y el propio Muniain siguen hoy en el primer plantel del conjunto vasco después de que el andaluz les hubiera dado la oportunidad de debutar.