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El decálogo anticrisis

Estabilidad institucional– Los administradores concursales ven básico que el Mallorca deje de dar tumbos en la propiedad y se estabilice de forma definitiva.

Filosofía empresarial clara– Que los rectores del club sepan el camino a seguir, siempre en la misma dirección y con el control del gasto como premisa obligatoria.

Gestión escrupulosa. E inteligente, añaden los administradores concursales, que ven en la seriedad en la gestión la única forma para salir de la actual situación.

Rigor presupuestario– Acompañado de una racionalización del gasto. Esta temporada se ha pasado de 31 millones a 15 millones de presupuesto.

Formación de futbolistas– O dicho de otra manera, potenciar la cantera para aminorar gastos. A la larga seguro que dará mayores frutos que cualquier fichaje.

Decantación del mercantilismo extremo en las transacciones– Se ha de acabar con los fichajes realizados por encima de las posibilidades reales del club.

Aportación de capital– Los administradores ven como un requisito ineludible que los actuales dirigentes pongan liquidez ante la precariedad de la situación.

Permanencia en Primera. Es la condición imprescindible para la continuidad de la entidad. Si el equipo perdiera la categoría supondría su certificado de defunción.

Identificación del aficionado– Para los administradores, el Mallorca evoca para muchos ciudadanos un elemento de identificación, de manera tenue pero palpable.

Traspasos– Aunque en la actual época de crisis se hace más complicado, se recomienda que se prescinda de algún jugador si se considera interesante la oferta.

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