El entrenador del Mallorca, Michael Laudrup, era ayer el hombre más feliz del mundo. El punto conseguido ante el Real Madrid le supo a gloria y no lo pudo ocultar durante el cuarto de hora que duró su comparecencia ante los medios informativos.

Laudrup explicó que sacar un punto en el primer partido ante un rival de la entidad del Real Madrid le dará a su equipo "una moral enorme", sobre todo, porque se consiguió "con tantos jugadores jóvenes y que habían visto a los rivales sólo en televisión", señaló el técnico danés, que no paró de dar instrucciones a sus jugadores a lo largo del partido, algo poco habitual en él ya que suele pasar mucho tiempo sentado junto a sus ayudantes.

Laudrup se mostró especialmente satisfecho por los jugadores y también por el club, del que recordó las muchas dificultades por las que atraviesa desde hace varios años y, especialmente este pasado verano. "Es un inicio fenomenal para los jugadores y el club. No es ningún secreto que aquí se ha hablado más de lo que ocurría fuera del campo que de lo que pasaba dentro. Este verano se ha comentado más los problemas que hemos tenido con la UEFA y con el tema de la presidencia que de los jugadores", recordó.

Laudrup volvió a insistir en que el punto "ha sido merecido, porque ellos tenían que demostrar su superioridad y no lo lograron. Los jóvenes no han temido miedo al adversario, pese a que tenían rivales de gran calidad", explicó Laudrup.

El sustituto de Manzano en el banquillo del Mallorca calificó de normal que el Real Madrid hubiera tenido más ocasiones que sus jugadores. "El Madrid ha tenido más el balón, más ocasiones, pero es normal. Eso es lo que se espera siempre de ellos. Si el equipo que tiene las ocasiones no marca, el equipo pequeño es el que se lo merece".

"Hasta el último segundo hemos intentado sacar el balón desde atrás, jugando, buscando la victoria. El empate es una inyección de moral muy importante", indicó.

Según Laudrup, "es un inicio fenomenal para este equipo y este club", teniendo en cuenta "todos los problemas que el Mallorca ha tenido que superar en los últimos meses".

Aunque no le gusta a Laudrup individualizar, cuando fue preguntado por Cendrós, dijo: "Para él y los jóvenes ha sido un partido muy importante. Unos se asustan y otros crecen. Los jóvenes de mi equipo no han tenido miedo al rival". En cuanto al ambiente que se vivió ayer en Son Moix, señaló: "No es ningún secreto que en los últimos años la media de espectadores ha sido pequeña. Pero con el equipo nuevo y la inyección de moral que ha supuesto para la afición este empate, confío en que sirva para aumentar la asistencia de aficionados al campo. Espero que sea así", dijo.