El fútbol es grande porque no es matemático, es imprevisible. El Mallorca B, líder, que no había perdido ni un partido en catorce jornadas y que sólo había encajado tres goles en Son Bibiloni, cayó goleado el pasado sábado (1–3) por el Valencia B, que era colista, que no había puntuado aún lejos de su terreno de juego y que únicamente había marcado ocho goles desde el inicio de la Liga. Así es el fútbol.

"Ya lo dije a lo largo de toda la semana, el partido ante el Valencia B era engañoso. Cierto es que no había puntuado lejos de su campo y que era el colista pero visionando sus partidos te das cuenta del potencial que tiene", manifestó ayer Jaume Bauçà, que se mostró tranquilo y que no dudó en ningún momento en reconocer que el cuadro levantino les ganó justamente, especialmente en la primera parte.

"Se dieron todos los ingredientes para que las cosas salieran mal. Todo se juntó", señaló sobre la derrota, y añadió: "No obstante, si esta derrota nos tiene que servir de lección, bienvenida sea. Está claro que hemos de aprender de ella. La categoría es muy igualada y aunque suene extraño yendo primeros –el filial sigue primero ya que el Ontinyent también perdió– lo que nos urge es lograr enseguida la máxima cantidad de puntos para conseguir tranquilidad y la permanencia. Todo lo que venga de más, pues bienvenido sea".

Sobre las razones de la derrota, Bauçà no quiso entrar en consideraciones y señaló que cayeron porque su rival fue mejor y "ya está". Esta primera derrota coincidió con las ausencias de dos jugadores muy importantes para el filial y que son fijos en el once bermellón, los defensas Truyols y Paco Vázquez. El primero estaba sancionado por acumulación de amonestaciones y el segundo no superó la última prueba –padece problemas musculares– que le hicieron el sábado antes del partido.