La selección española femenina hizo historia y se clasificó por primera vez para la final de un Europeo de waterpolo tras derrotar por un ajustado 8-7 a Hungría en la semifinal de la cita que se disputa en Málaga, en un partido donde las de Vinçenc Tarrés, con la mallorquina Blanca Gil al frente, tuvieron que apelar a la épica y la fe para realizar una brillante remontada.

España, cuyo tope continental estaba en los cuartos puestos de 1997 (Sevilla) y 2006 (Belgrado), tuvo que dar lo mejor de sí misma para acabar con el combinado magiar, el mismo que le había apartado del bronce hace dos años.

Las húngaras habían aprovechado el mal comienzo de las españolas, que se vieron abajo tres goles en muchos tramos del partido. En el tramo final, la garra y el epuje del púbico les permitó endosar un parcial de 4-0 a Hungría y ganarse el derecho a jugar la final.