El británico Mark Cavendish (Columbia), doble campeón del mundo en pista, ganó ayer al esprint la quinta etapa del Tour de Francia, desplazando a Oscar Freire, que fue segundo, en una jornada de calor que mantuvo al alemán Stefan Schumacher de líder y en la que Alejandro Valverde dio el susto con una caída que no tuvo consecuencias graves.

Con sólo 22 años, Cavendish representa el futuro más brillante entre los velocistas. Ya tiene dos etapas en el Giro de Italia y en el Tour abre su palmarés. Levantó los brazos por delante de Freire, al que privó del triunfo, con un tiempo de 5h.27:52 en el trayecto de 232 kilómetros entre Cholet y Chateauroux, a una media discreta de 42,4 kms/hora.

El alemán Erik Zabel y el noruego Thor Hushovd también sucumbieron al empuje del ciclista de la Isla de Man, con la cuarta y la quinta plaza respectivamente.

En una jornada tranquila, de no excesivo desgaste, Cavendish se anotó la octava victoria de la temporada y la número 19 desde su debut profesional en 2006.

Una perla que se colgó el oro en la prueba de madison en los Mundiales de Los Angeles 2005 y Manchester 2006.

Remató el trabajo final de su equipo, con un ataque largo que sorprendió a Óscar Freire, quien no pudo celebrar con victoria su renovación con el Rabobank holandés.

El susto

Cerca del esprint de Richelieu Alejandro Valverde sufrió una caída con resultado de golpe fuerte en la clavícula y la rodilla.

Susto enorme para el murciano, quien tras visitar el coche del médico subió al pelotón escoltado por todo el Caisse d´Epargne. Fue el único sobresalto de una jornada tipo descanso activo, de esas exentas de interés