"Me voy a enfrentar a la rueda de prensa más dura de mi carrera.

Intentaré no llorar porque no quiero dar pena a nadie, pero son momentos duros. Me han hecho una faena e intentaré ser fuerte por toda la gente que está conmigo. Tengo que levantarme y tirar para delante. He recibido un montón de muestras de cariño", explicó.

"Me voy muy jodido porque no es lo que esperaba tras todo lo vivido, pero tengo unos días por delante para asumirlo. Creo en los cambios de ciclo, pero no estoy de acuerdo con las maneras. No me humillan porque siempre se me recordará en el Valencia de una manera cariñosa. He sido un tipo humilde, que ayudó y lo dio todo", agregó.

Albelda explicó la forma en que Koeman le comunicó esta decisión y, al igual que en el caso de Cañizares, señaló que el holandés fue muy escueto y no quiso darle ningún motivo concreto, y apuntó al presidente Juan Soler como principal responsable de la determinación.

"Me cuesta pensar que ha sido por un tema deportivo porque no me han dado explicaciones. Koeman me dijo que no confiaba en mi liderazgo ni fuera ni dentro y le respondí que llevaba veinte días aquí y no me conocía bien. No sabe lo que me ha costado llegar hasta aquí", indicó.

"Esta bien apostar por un técnico que crees que va a sacar esto, pero no estoy de acuerdo en las maneras ni en la falta de respeto.

En dos meses, un entrenador por muy bueno que sea, no puede juzgar lo que soy. Al presidente le deseo que no esté enfermo y que intente cambiar el rumbo para sacar el Valencia adelante, porque el club esta por encima de todos", indicó.

"No he recibido ninguna explicación ni del presidente ni de nadie de su corte. Ni una sola llamada y ni un solo mensaje y os puedo enseñar el móvil", añadió Albelda, quien relató que, por contra, a él sí le han llamado todos los ex presidentes con los que ha convivido.

"Después de ganar lo que hemos ganado aquí, me puedo morir tranquilo. A partir de ahí cada uno es dueño de sus actos. Me voy con la conciencia tranquila por haber dado lo mejor", afirmó el futbolista, quien se mostró en desacuerdo con que él, Santiago Cañizares o Miguel Ángel Angulo sean los responsable de la situación actual del equipo.

"No creo que la gente sea tan tonta como para pensar que nosotros tres somos los culpables de la actual situación. Me gustaría ser el mal, porque eso significaría que el Valencia va a empezar a ganar y eso es lo que más deseo porque sé lo que sufren mis compañeros en el vestuario", indicó.

Respecto a su futuro inmediato, indicó que quiere estar en la Eurocopa. "Lo voy a afrontar con la cabeza alta y con un par de lo que todos sabéis. Acabo de cumplir 30 años, he cumplido cincuenta internacionalidades y eso es lo que cuenta", dijo.

"Me ha llamado gente de la Federación dándome su apoyo y me han dicho que piense bien la decisión que voy a tomar, pero hay que ver cómo se porta el club, porque si no me echa una mano lo voy a tener difícil. Es un momento en el que difícilmente pueda jugar en España y ante la que probablemente era mi última Eurocopa", continuó.

Albelda comentó que no cree que haya marcha atrás en la decisión del club. "No puedo estar a expensas de que eso, de si se va el entrenador o el presidente, que es el que tiene mayor paquete accionarial, pero no es el dueño del club porque para mí son los aficionados. Creo que me quedan buenos años de fútbol", apostilló.

"Tengo una solución delicada que resolver y estoy a expensas del club. No estoy de acuerdo con que mi carrera profesional ha acabado como decía el comunicado de ayer. Me siento capacitado para dar tres años muy buenos. No sé qué haré, aunque esta claro que las ligas inglesas e italiana son las más fuertes y así no me enfrentaré a mi equipo y al de mi gente, y eso será un alivio", argumentó.

Albelda reconoció que es difícil de explicar por qué el club le amplío su contrato hace unos meses y ahora quiere prescindir de sus servicios. "Tendrá que explicar el presidente si amplió mi contrato para apagar fuegos o por qué", señaló.

También apuntó que puede ser que su sinceridad le haya pasado factura y que prefiere "morir de pie que morir arrodillado, porque es cuestión de ser legal y decir la verdad".