Estuvo a punto de no saltar a la hierba del Ono Estadi. Seguro que el diluvio le recordó los cinco días que duró su partido contra Soderling en Wimbledon. El manacorí Rafel Nadal, pese a todo, sí pudo finalmente aparecer ante la afición mallorquinista que acudió al estadio para presenciar el choque contra el Athletic.

Nadal fue un curioso visitante ayer en el Ono. Y es que el mallorquín no fue a ver el duelo de la decimosexta jornada de Liga, que también, sino que visitó Son Moix para retar a los aficionados. ´El reto Sportsman´, en clara alusión a la colonia que le patrocina, consistió en que diez niños saltaron al césped durante el tiempo de descanso.

Con todo preparado, la megafonía elevó el tono cuando Nadal apareció. El número dos del mundo y triple campeón del Roland Garros, primero observó cómo los chavales mostraban su drive. El que más lejos enviase la bola, retaría posteriormente a todo un profesional del tenis.

La bola número nueve, dirigida por Robert Montmany, fue la elegida. En las dos tandas llegó más lejos que las demás. Pero hasta ese momento todo había sido muy fácil. Saludó al gran campeón, se fotografió con él y con música de ´Piratas del Caribe´ probó suerte primero. Nadal, lógicamente, se esforzó poco para superar el centro del campo y ganar su reto colonial.