Héctor Cúper agotó su crédito tras la derrota del Betis ante el Atlético de Madrid. Por eso ahora está en la calle. Escucharle en la rueda de prensa posterior al partido recordaba a cualquiera de las que ofrecía cuando el ´muerto´ era el Mallorca.

Por estos lares sabemos mucho de sus virtudes, que las tiene, y de sus miserias como entrenador, que también las tiene. Algo le está pasando a un hombre que hizo historia en la isla y en el siempre difícil banquillo del Valencia. Fue el ´jefe´ de todo un Inter de Milán, pero a partir de ahí su carrera ha entrado en barrena. Fue el técnico de la milagrosa salvación de los rojillos en el año que bajó el Levante, pero después dimitió al sentirse incapaz de arreglar el desastre en el que estaban los rojillos. En el Betis, en cambio, le han echado. No sé si su manual está obsoleto, pero su tan manido ´orden´ ya no le basta. Sus equipos se destacaban por su seriedad defensiva y sacrificio en ataque. Pero en sus dos últimas experiencias no ha estado a la altura. Necesita ´reordenar´ su discurso. No le queda otra.