Según explicaron fuentes del club, la plantilla estaba disgustada por lo acontecido y había decidido que ninguno de ellos saliera a dar la habitual rueda de prenda para no darle más publicidad a estos hechos y evitar que una posible respuesta se personalizara en el jugador que atendiera a los medios de comunicación.

Los hechos se produjeron esta mañana, cuando este grupo desplegó dos pancartas en las que tildaban a los futbolistas de peseteros y de reirse de la afición tras la goleada recibida el pasado sábado ante el Levante.

Posteriormente increparon a los jugadores, lo que provocó que algunos de ellos se encararan con los ultras y que el técnico decidiera parar la sesión y cambiar el escenario del entrenamiento.

El entrenador del Valencia, Quique Sánchez Flores, tampoco quiso comentar nada la respecto cuando abandonó la ciudad deportiva, si bien se espera que en la sesión de entrenamiento de mañana se retorne a los cauces habituales de trabajo.