La belga Justine Henin, principal favorita de Roland Garros, saltará hoy a la pista central (15.00 horas) para pelear por su cuarto título en París contra la revelación del torneo, la serbia Ana Ivanovic, pero también contra la historia.

Henin puede convertirse en la primera mujer que encadena tres títulos consecutivos desde que lo hiciera la yugoslava Mónica Seles a principios de los 90.

La jugadora de Lieja, de 25 años, lo tiene todo a su favor para romper estas marcas y levantar su cuarto trofeo. Llega a la final sin haber cedido un set en todo el torneo y siempre que ha alcanzado el último escalón del Grand Slam de tierra batida ha sido para levantar la copa.

Además acumula una experiencia superior a la de su rival, que a sus 19 años está viviendo una aventura novedosa, puesto que nunca había transitado más allá de los cuartos de un torneo grande.

Finalmente, Henin cuenta con la ventaja moral de haber ganado en el único partido oficial en el que ambas tenistas se han enfrentado, en el torneo de Varsovia de 2005. Bien es cierto que entonces la serbia tenía 17 años y no había dado el gran salto que le aupó esta temporada al séptimo puesto del mundo.

En un tenis femenino en el que en los últimos tiempos la potencia física parece imponerse al virtuosismo técnico, la final de Roland Garros podrá presumir de albergar a las dos tenistas que han desplegado un juego más florido.