El golfista madrileño Gonzalo Fernández-Castaño reconoció tras lanzar la bola a 516 metros que se había sorprendido por su marca, pero se lamentó de no haber batido la plusmarca mundial: "No ha podido ser, pero la verdad es que jamás pensé que mi golpe se fuera tan lejos y, además, tengo el récord de España, por lo que no me puedo quejar".

El deportista, que admitió que no se esperaba que tantos medios de comunicación le requirieran, dijo haber vivido una experiencia muy positiva: "Ha sido muy divertido, lo hemos pasado fenomenal, 516 metros, ahí queda eso".

Respecto a la habilidad que se precisa para realizar un golpe de esas características, Fernández-Castaño fue claro: "Esto es cuestión de suerte, una auténtica lotería. En el cemento depende de dónde bote la bola y que siga adelante, pero en hierba yo no tengo nada que hacer frente a Peppo y Ricardo. En cuanto a técnica, este golpe no tiene nada especial, hay que aplicar los conceptos básicos e imprimir toda la velocidad necesaria. Hay que darle un garrotazo y a probar suerte".

El ganador del Lotusse Drive Record alabó a los padres de la idea de este tipo de competiciones e incidió sobre su marca lograda en la pista sur de Son Sant Joan: "Me ha parecido una idea muy original y había que intentarlo, no he podido batir el registro mundial pero he establecido un récord nacional y eso es algo que no me lo quita nadie. Hoy -por ayer para el lector- lo he pasado fenomenal".

El jugador, que es profesional desde septiembre del año pasado, comentó que las condiciones climatológicas de Mallorca no favorecen al establecimiento de este tipo de marcas: "Lo que más influye no es la humedad o el viento, sino la altitud respecto al nivel del mar, cuanto más alto estés, más lejos le pegas. Creo que en lugares como México, donde también jugamos alguna vez, sería mejor intentar batir el récord de Paul Slater".

Ambicioso

El golfista, que en la pasada edición del campeonato de la PGA que se celebra en Pula -Son Servera- se clasificó en la séptima plaza, se mostró ambicioso, aunque apuntó que es consciente del excelente nivel de los jugadores inscritos: "Mis expectativas en el torneo son muchas, hay muchas cosas en juego, seguro que va a ser muy divertido, en un campo maravilloso y creo que el Mallorca Classic es un torneo que gana con los años. El año pasado quedé séptimo, tengo muy buenos recuerdos de este torneo y este año me conformo con un top 20, pero claro, me encantaría ganar porque soñar es gratis y no cuesta nada hacerlo".