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POLIDEPORTIVO I REPORTAJE

Jóvenes exageradamente preparados

Fernando Alonso ha roto moldes para el deporte español en Fórmula 1, pero en otras especialidades con más tradición también se baten récords de precocidad gracias a Gasol en la NBA, Nadal en tenis y Pedrosa y Lorenzo en motociclismo

Fernando Alonso no es el único deportista español que ha llegado a lo más alto en un tiempo récord. Ahí están otros jóvenes aunque sobradamente preparados (JASP) como Pau Gasol, Dani Pedrosa y Rafael Nadal. El futuro le augura también su parcela a Jorge Lorenzo.

Mientras la gente de su edad estudia o intenta entrar en el mercado laboral, la vida sonríe a estos jóvenes, sobrados de dinero y todo lo que conlleva la fama. Por ejemplo, la responsabilidad.

"Siempre ha habido deportistas con una progresión increíblemente rápida y exitosa. El problema es que se corte o se frene", explica Roberto Díaz Sánchez, licenciado en Psicología por la Universidad de Oviedo. Díaz, que tiene el máster de psicólogo deportivo por la UNED, trabaja con jugadores de golf, pilotos de rallies, karatecas, piragüistas y remeros, casi todos del norte de España. Como virtud común a los cuatro jóvenes campeones Roberto cita "la mentalidad", la ambición de ir alcanzando metas. "Siempre tienen un escalón por delante. En el caso de Pedrosa puede ser el Mundial de MotoGP el año que viene. Para Nadal, ganar en Wimbledon, Australia o Estados Unidos". Fernando Alonso necesitará otras motivaciones. Díaz pone un ejemplo significativo: "Michael Schumacher también ganó su primer Mundial de Fórmula 1 muy joven. Al año siguiente cambió de escudería. A veces el estímulo es ése. Lo ha demostrado Valentino Rossi. La gente decía que ganaba por la moto. Aceptó el reto de cambiar de Honda a Yamaha y no ha dejado de conseguir títulos". La personalidad, el carácter, pueden ser más importantes que la máquina. Díaz pone el ejemplo de otro piloto, Manuel Poggiali: "Iba como Pedrosa. Ganó muy joven en 125 y al año siguiente en 250cc. Pero en vez de seguir su progresión, se mantuvo a duras penas en 250 y ahora ha vuelto a 125 y nada es como antes para él".

Tras la estela de Pedrosa se encuentra otro joven con futuro en las motos, el mallorquín Jorge Lorenzo. Con cuatro victorias en 125cc, y cuatro podios en su primera temporada en 250 (el último el sábado en Qatar, donde fue segundo), Lorenzo debe ser un referente en este deporte en años venideros y ya se le considera el gran favorito en la categoría el próximo año. La marcha de Pedrosa a la máxima categoría del motociclismo deja la puerta abierta para que el palmesano comience a forjar su leyenda. Estímulos no le faltarán al piloto con más genio e ímpetu del paddock.

Roberto Díaz considera clave la búsqueda de estímulos. "Sin nuevos objetivos, lo mejor es dejarlo. A algunos les cuesta menos llegar que mantenerse. Es el caso de Crivillé. Una vez conseguido el sueño de su vida, bajó los brazos".

En algunos deportes puede ser peligroso: "Wayne Rainey no estaba motivado después de ganar tres campeonatos del mundo de 500cc. No estaba centrado, con las mismas ganas. Quizá no quería estar en los circuitos. Y llegó el grave accidente -quedó postrado a una silla de ruedas para el resto de su vida-. Se comenta que con Ayrton Senna -fallecido en 1994 en Imola- pasó algo parecido. Por lo visto, no quería salir a la carrera en la que murió".

El tenis no es tan dramático, pero hay que tener las cosas claras: "Cuando un tenista empieza a dudar, no fluye el tenis, la pelota no va donde debe. El mejor Nadal está tan convencido de lo que hace que no piensa, sólo actúa. Funcionan con automatismos. Seguro que el malllorquín es de los que menos dudan. Sólo se piensa cuando la pelota no está en juego".

Roberto Díaz está convencido de que Nadal ha llegado a lo más alto sin necesidad de psicólogo: "Tiene un entorno tan cerrado que su psicólogo es su familia, sobre todo su tío". Los psicólogos sí pueden ayudar, y mucho, a que los deportistas de elite tengan una transición sin mayores trastornos cuando acaba su carrera: "El día después es problemático. Ha habido casos terribles, que acabaron en muertes, especialmente en ciclismo. Se produce un vacío muy grande por el cese de actividad. Faltan los viajes, el subidón de adrenalina en la competición. El deporte de elite es adictivo. Muchos siguen en el mundo del deporte como entrenadores o managers. Eso alivia un poco. El problema es para los que no pueden seguir en ese mundo. Se produce un shock en la vida familiar porque muchos deportistas no saben convivir en el día a día".

La conclusión lleva a pensar en la enorme mentalidad de los nuevos y grandes campeones que figuran en España.

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