Es un apasionado del balonmano, tanto que es el único preparador en Balears que tiene la titulación IHF, la de la Federación Internacional de Balonmano, además de dirigir el Centre de Tecnificació de la Balear. No obstante, su pasión para esta modalidad fue tardía ya que empezó a los 18 años y gracias a un profesor que tuvo en Barcelona mientras estudiaba INEF. Antes había sido futbolista. Es Óscar Mójer (Palma, 1990), que también dirige al Mata de Jonc senior masculino.
-Titulación internacional de entrenador de balonmano en una comunidad en la que su incidencia en mínima.
-Estaba estudiando INEF en Barcelona y me animé poco a poco a ir sacándome todas las titulaciones. Me pasé dos años duros de estudio.
-¿Tan complicado fue?
-Vamos a ver, es complicada la organización. Sí es cierto que cuando estás ahí todos te ayudan y aprendes muchísimo, sobre todo en clase y fuera, ya que compartes experiencias con otros preparadores. Fue una experiencia brutal.
-¿Qué es el balonmano para usted?
-Lo es todo. Es mi forma de vida. Me quiero dedicar a esto y estoy haciendo camino para ello.
-Es decir, le veremos entrenando a equipos en la máxima categoría, la Asobal, o algún equipo en Europa.
-He vuelto este año tras estudiar y entrenar a varios equipos en la península. El año pasado estaba en la categoría nacional y este quería volver al club de aquí, el de mi escuela. Intentar hacerlo progresar y ayudar a lo máximo a este club.
-¿Pero se ve en la Asobal o considera que uno no puede vivir solo de esto?
-Si estás en un buen club siempre tienes la opción de vivir de esto, pero es un trabajo difícil. Si no tienes todos los recursos ni el apoyo sería difícil, pero poco ha poco el balonmano está adquiriendo más protagonismo.
-¿Cuánto tiempo lleva en esta disciplina?
-Fui tardío. Llevo ocho años como entrenador. Empecé en este mundo a los 18 años cuando estaba estudiando INEF y hasta ahora. Empecé por mi profesor de universidad, quien hizo que adquiriera todos los valores y que me gustase muchísimo.
-¿No fue jugador?
-No. Antes era jugador de fútbol. Jugué con el Patronato, Atlético Rafal y La Unión, entre otros equipos.
-¿Y este espectacular giro?
-Lo dejé por los valores. Los valores del balonmano son muy fuertes. Es más próximo, implica más esfuerzo, te das cuenta antes si has hecho las cosas bien o mal. En cambio, el fútbol no me convence por todo el ambiente que tiene a su alrededor.
-¿Considera que sería interesante que conociéramos más del balonmano?
-Es un deporte que sale poco por la tele y que tiene escasa repercusión mediática, pero poco a poco cuando la gente se apunta siempre acaba gustándole y enganchando a sus amigos. Es una falta de promoción.
-Ahora su trabajo es el de transmitir sus conocimientos a las jóvenes promesas.
-Haré todo lo que pueda para ayudar a este deporte y a mi club. En cuanto a la promoción, se encarga la Federación y me consta que hace un buen trabajo.
-¿Cómo definiría esta modalidad?
-Para mí es esfuerzo, sacrificio, autoconfianza y muchas ganas de aprender. Son estas cosas las que hacen ser después un buen jugador o entrenador.
-Tiempo y dinero.
-Sí, las dos cosas. Repito que fueron dos años de clases y de aprender. Primero un verano en Valencia y luego otro en Portugal, porque la titulación la hacían conjuntamente la federación española y la portuguesa y había que hacer una estancia aquí y allí. Me lo pagué con mis ahorros.
-Tiene mérito.
-Hay gente que siempre me dice que en otros deportes cobraría más, pero yo siempre quiero hacer lo que a mí me gusta. Tengo ganas e ilusión, y de intentar hacer las cosas mejor; quizás luego así las puedes transmitir mejor.
-España ha sido campeona del mundo, pero sigue sin cuajar en España.
-Nos hace falta promoción en las escuelas con jornadas interescolares y un poco de ayuda en los medios de comunicación. Aquí, por ejemplo, llevamos una gran temporada en senior masculino y no tiene nada de repercusión.
-¿Quieren ascender?
-Queremos dar un salto de calidad. Llevamos toda la temporada para estar en la fase de ascenso.
-¿Eivissa está un escalón por encima de Mallorca en este deporte?
-Sí, allí hay más afición ahí cuanto a balonmano. A nivel competitivo no creo que haya diferencia entre una isla y otra, pero sí que allí se nos valora más. Los pabellones están siempre llenos, al igual que sucede en Barcelona. Da envidia. Esto puede suceder aquí también. Con los años en Mallorca lo lograremos, se verán pabellones llenos.
