Entrevista | Entrevista

Juan Luis Vermal: «En la Filosofía encontramos más preguntas que respuestas»

Este jueves la librería Biblioteca de Babel acogerá la presentación del libro ‘Filosofía y acontecer’, editado en homenaje al que fuera profesor de la UIB durante treinta años

VÍDEO | Juan Luis Vermal, filósofo: "La filosofía hoy tiene el sentido de moverse en contra de la dirección en que va todo"

Pere Estelrich i Massutí

Pere Estelrich i Massutí

Juan Luis Vermal dejó su Argentina natal para recorrer Europa y recalar primero en Eivissa y luego en Mallorca, en cuya Universitat ha formado a generaciones de estudiantes del pensamiento

De Argentina a Mallorca. ¿Cuál ha sido su recorrido profesional?

Siempre tuve ganas de escaparme de América, de hecho, cada vez me siento menos argentino; así que primero dediqué todo un año a recorrer y a conocer Europa. A partir de esta experiencia conseguí una beca del servicio alemán de intercambio académico y pude ir a Heidelberg con mi familia. De allí pasé a la escuela de traductores de Barcelona, pues había establecido contactos con el mundo universitario catalán, y de esa ciudad me escapé a Eivissa, para vivir la experiencia de un cierto hipismo tardío, aunque sentí la necesidad de reintegrarme en cierto modo al mundo académico y se me apareció la posibilidad de venir a Mallorca, opositando a la Universidad, en la que establecí contacto con personas de la talla de Alberto Saoner o Camilo José Cela. También debo citar mis colaboraciones con la Facultad de Derecho, pues yo había traducido la Filosofía del derecho de Hegel. Ese, en resumen, es mi periplo vital y profesional.

Así que antes de conseguir plaza de profesor quiso experimentar la cita «Primum vivere, deinde philosophari».

(Sonríe). Algo así. La experiencia de Eivissa y después lo que siguió en Deià, el primer lugar en el que viví en Mallorca, me enseñaron que es muy importante experimentar pero también lo es saber regresar a tu estado de equilibrio.

¿Cuál es el papel de la Filosofía hoy, en el siglo XXI?

Es difícil de decir, aunque me atrevo a indicar que su papel es el de ayudar a reflexionar en un mundo cada vez más canalizado por una manera de vivir que tiene demasiado que ver con la técnica. La Filosofía es una manera de recordar que existe una tradición del pensamiento, más allá de los elementos técnicos.

¿Dónde situamos el pensamiento crítico?

No hay más remedio que practicarlo e incentivarlo, pero con cierto cuidado pues puede aparecer disfrazado sin ser crítico realmente. Hoy hay muchos que se califican de filósofos y no lo son realmente. Ha habido pocos filósofos como tales y dejemos que así sea.

El hecho de arrinconar la Filosofía de los planes de estudios, ¿es pensado o se hace por ignorancia?

Muy pensado no es, creo que se hace sin reflexionar demasiado las consecuencias. Creer que se hace porque los jóvenes dejen de reflexionar sería creer en un complot y no creo que la cosa vaya por ahí.

En Filosofía, como también en Economía, dos personas pueden tener razón defendiendo tesis contradictorias.

La verdad es que sí. Y en mi caso la frase es doblemente cierta pues primero estudié Economía, allí en Buenos Aires. Fue una primera aproximación al hecho de intentar entender lo que pasaba en el mundo. Pero no vi claro que ese fuera el camino, así que me pasé al mundo del pensamiento.

Así que cree que la Filosofía explica mejor el mundo que la Economía.

Por lo menos se plantea preguntas que van más a la raíz de lo que pasa.

Por tanto ¿podemos decir que la Filosofía cuestiona más que responde?

Sin duda, en la Filosofía encontramos más preguntas que respuestas. Las respuestas serán siempre provisionales. Un filósofo que da respuestas contundentes creo que no va por buen camino.

¿La Filosofía es el punto de llegada o es el camino?

Es el camino, pero un camino ¿hacia dónde? ¿Existe un punto de llegada? Todo está abierto y hay que mantenerse así, sin cerrar, pues de esta manera se consigue estar en continua reflexión. Así que sí, la Filosofía es el camino, pero sin un punto claro de llegada.

Usted ha estudiado a Niestche, a partir de él ¿podemos hacer verdadera la frase de «Dios ha muerto»?

La experiencia de la modernidad es la de la muerte de Dios, la de la pérdida de un punto de referencia definitivo y sin nada que lo suplante, realmente. Por eso esa situación de camino abierto, siempre transitable, que comentaba antes, contribuye a la experiencia colectiva.

Ha muerto Dios pero aparece un renacimiento espiritual a través del misticismo, el budismo, la oración laica, la meditación ¿contradictorio?

Creo que no es contradictorio porque eso que llamamos espiritualidad tiene que ver con ese campo abierto que propone caminos. Ahora bien, no me parece viable hoy la tradición religiosa en sentido estricto. Quien la quiera mantener, perfecto, pero la espiritualidad es una manera de vivir el camino que abrieron las grandes religiones, pero sin final.

Volvamos a su campo de estudio: Nietzsche visto por Heidegger. ¿Por qué pasar por un tercero y no ir a la fuente directamente?

Yo no he pasado por Heidegger para llegar a Nietzsche, pero me parece que Heidegger ha hecho unas lecturas muy interesantes que creo que en cierta manera van más allá de lo que hace el propio Nietzsche. La lectura que hace Heidegger de Nietzsche me resulta muy enriquecedora.

Usted ha trabajado también el campo de la música ¿Cómo relacionamos Nietzsche con Wagner?

Pues de forma clara, el filósofo primero fue claramente wagneriano para pasar a enemigo acérrimo.

Schopenhauer pensaba que la música tienen más poder que la palabra.

En cierto sentido parece cierto, pues la música llega a una cierta dimensión a la que la palabra no puede fácilmente llegar por sí sola. La música puede no utilizar la palabra, que es una ventaja. Por otra parte y volviendo al símil de la muerte de Dios, en la música algunos compositores post wagnerianos rompieron con la tradición tonal, cosa que ha enriquecido el mundo del arte.

Ha citado a Nietzsche, Heidegger, Hegel, también ha estudiado a Marx, ¿la Filosofía es alemana?

(Duda). No, sería una exageración, aunque es evidente que uno de los caminos que hay que recorrer es el del pensamiento filosófico alemán, con Kant como referente o incluso ante de él. Pero por supuesto con la vista puesta en el mundo griego clásico. No podemos olvidar que en ellos está el germen de toda filosofía.

En este libro que se presenta, usted se convierte en un nuevo Sócrates, pues no escribe nada sino que son los demás que escriben sobre usted.

Espero que no me den luego la cicuta (sonríe). Bueno, esto surgió de manera sorprendente para mí. Todo ha salido a mis espaldas. Puedo decir que me enteré del libro una vez editado. No sé si merezco ese agradecimiento, pero de veras que me siento muy orgulloso y emocionado por esa publicación.

¿Indica esta publicación que usted ha creado escuela en la UIB?

Bueno, no lo sé, se verá con el tiempo. De momento con ese grupo de profesores y compañeros nos seguimos viendo para hablar y discutir sobre temas del mundo que nos envuelve, a través de lecturas y no solamente filosóficas, también poéticas como Holderlin o Baudelaire.

Suscríbete para seguir leyendo