Ángelo Borrás, compositor de la inmensa mayoría de las canciones de Sunflowers, grupo revelación de la segunda mitad de los años 90, el primer mallorquín en actuar en The Cavern y de los pocos en alcanzar el número 1 de los 40 Principales, falleció el pasado domingo a los 56 años de edad. Su inesperada muerte ha sido recibida con un profundo pesar en la escena musical, ya que además de guitarrista y compositor ejerció durante años de productor al frente de Desgrabaciones junto a su colega Mané Capilla y fue coordinador del Concurs Pop Rock durante un tiempo.

Nacido en Palma en 1965, Borrás montó a mediados de los años 80 La Gotera, uno de los locales clásicos de Gomila. «Allí le conocí e hicimos amistad por la música», ha confesado este diario Capilla, quien reconoce que a Borrás «siempre le gustó más el estudio que los escenarios». Batería y guitarrista fundaron en 1991 los estudios Desgrabaciones, lugar de paso obligado para todos aquellos grupos alternativos que explotaron en aquella década: Sexy Sadie, con su It’s Beautiful, It’s Love; Cerebros Exprimidos; Guadaña; El Estado; las bandas del Sgt. Pepper’s mallorquín; o los propios Sunflowers, que grabaron en aquel local del Polígono Can Valero sus dos aplaudidos discos.

El nacimiento de Sunflowers se produjo precisamente en Desgrabaciones. «Ángelo estaba de coordinador del Concurs Pop Rock y en el estudio, pasando maquetas, oímos la cinta de Moby Dick, el grupo en el que cantaba una chica que de inmediato nos llamó la atención: Adela», recuerda Capilla.

Con Adela Peraita, Chicho Andreu y Rafael Rigo, Mané y Ángelo pusieron las bases de un grupo que tocó el cielo, los Sunflowers. Happy Birthday, que llegó a lo más alto de Los 40 en 1999, el mismo año en que recibieron el premio Importantes de Diario de Mallorca, sería su primer éxito, que les permitió firmar bandas sonoras, como la de Torrente, el brazo tonto de la ley, y ofrecer mini-giras por Estados Unidos y el Reino Unido, conquistando a su público con unas canciones bonitas, sencillas y perfectas que darían forma a discos sobresalientes como Homework.

En 2002 Sunflowers se convertiría en el primer grupo español en subirse al escenario de la mítica sala The Cavern de Liverpool, donde ofrecieron dos conciertos y sonaron algunas de sus joyas, como Bubbles, con Luis Escorcia a la guitarra, en sustitución de Chicho Andreu, que había abandonado el grupo tras una mini-gira por Estados Unidos.

«En La Gotera ponían la mejor música de Palma. Sé de lo que hablo porque yo era cliente habitual», recuerda Riki López, quien también regentó en su día otro local en Gomila, Sa Finestra. «Ángelo tenía muy buen gusto musical y una visión internacional de la música», sostiene el cantante y humorista, que coincidió en Madrid con los Sunflowers cuando ambos vivieron sus mejores momentos. «Era una persona muy positiva y siempre atenta», destaca.

«A mí me enseñó muchas cosas del mundo de la música. Tenía un carácter pedagógico y era muy generoso y cercano. Ayudaba pero sin adoctrinar», señala Julio Molina, hoy al frente de Urtain. «Cuando le conocí yo era un niño. Nos grabó maquetas para mi grupo Rompan Filas y me enseñó a afinar la guitarra de otra manera», añade un músico que defiende el legado de Sunflowers: «Eran elegantes y sofisticados, con unas canciones que enganchaban a todo tipo de público».

Los Sunflowers, con Ángelo Borrás a la izquierda, durante su actuación en The Cavern, en Liverpool Gabi Rodas

«Era el alma mater de Sunflowers y suyos son los hits más importantes del grupo. Siempre lo recordaré como un tío muy simpático y afable», comenta Peter Terrassa, responsable del sello Runaway y de la Fira del Disc, en la que Ángelo Borrás tocó en el año 2013.

«De su estudio Desgrabaciones salieron grandes discos de los 90 y una curiosidad de la música editada después en vinilo por Runaway, el Sgt. Pepper’s mallorquín», apunta ‘Pinxo’, de Espora Records, en referencia a aquel álbum en el que participaron, entre otros, bandas como Cerebros, Reggaelex o Los Valendas, entre otros muchos. 

Retirado de la música desde hacía unos años, Ángelo Borrás se había instalado en Santa Eugènia, donde cultivaba su amor hacia la naturaleza. «El próximo mes de julio habría cumplido 57 años», suspira Guille Borrás, su sobrino, quien tuvo el placer de tocar con los Sunflowers en el renacer de los girasoles, en 2013. 

Ángelo Borrás, el primero por la izquierda, con sus colegas de Sunflowers en las instalaciones de Diario de Mallorca