Este es, sin duda, uno de los conciertos para guitarra y orquesta más famosos, casi podríamos decir que es el concierto para guitarra y orquesta, pues es el más interpretado. Para Rafael Aguirre «es muy difícil de explicar por qué el Concierto de Aranjuez gusta tanto, pero sí que tiene esos elementos que hacen que te fijes, que entres en él, que quedes atrapado desde el primer compás y desde la primera escucha. Como cuando una persona es carismática sin saber muy bien por qué cae bien a mucha gente. Por otra parte, el Concierto de Aranjuez está construido a partir de la honestidad».
El Concierto de Aranjuez fue compuesto en París en el año 1939 y estrenado en Barcelona el año siguiente en el Palau de la Música con el guitarrista Regino Sainz de la Maza. Y ya desde esa primera audición, ha formado parte del repertorio guitarrístico mundial. Para Aguirre «la podemos etiquetar como una obra de música española, aunque se trata de una de esas obras que transcienden la nacionalidad para formar parte del patrimonio universal, como la Quinta de Beethoven o el Concierto para piano de Chaikovski, cosa que no consiguen ni todos los grandes compositores con todas sus obras».
Si bien es una obra muy agradecida para el oyente, está llena de dificultad para el intérprete. Aguirre aquí es muy contundente: «Se trata de una obra muy difícil porque el compositor, Rodrigo, no era guitarrista sino pianista. De hecho, él mismo decía que estaba pensada desde el piano y que era una obra que debía ser muy bien trabajada».
Rodrigo era consciente de la diferencia sonora entre el piano y la guitarra, así que, de forma inteligente, utiliza recursos para que la orquesta no tape al instrumento.
Preguntado por si la guitarra es vigente entre los compositores actuales, Aguirre contesta que sí porque «figuras como Andrés Segovia y Paco de Lucía han hecho que muchos compositores de todo el mundo se interesaran por ella. Como ejemplo le diré que el oscarizado compositor Tan Dun, autor de la banda sonora de Tigre y Dragón, tiene un concierto para guitarra y orquesta. Y otra cosa muy importante, todo ese movimiento ha hecho que la guitarra entrara en los conservatorios, lo que ha impulsado que salgan buenos guitarristas».
