“Es más estrecho de lo que me pensaba, qué claustrofóbico”, comenta un visitante a su salida de uno de los refugios antiaéreos que este sábado se han abierto a las visitas en Palma. La actividad ha sido organizada por Es Baluard Museu, una visita que es paralela a la exposición actualmente vigente Memoria de la defensa: arquitecturas físicas y mentales.
En concreto, un grupo de sesenta personas divididas en cuatro grupos de quince han curioseado en las entrañas de tres refugios antiaéreos, uno de los cuales ubicado en el que fue el domicilio del exalcalde republicano Emili Darder (ahora la sede de la delegación del Ministerio de Defensa).
“Estos refugios están habitualmente cerrados al público”, explicó el investigador Bartomeu Fiol. “Alguna vez se ha abierto alguno a las visitas y el Ayuntamiento trabaja para que alguno de ellos quede abierto permanentemente al público”, comenta Fiol. "En la península es habitual realizar este tipo de visitas", añade.
Pocos saben que en la planta sótano de Es Baluard Museu hay uno de estos espacios donde se refugiaban durante la Guerra Civil cuando sonaban las alarmas. Es la primera vez que se abre a las visitas. Es el refugio del antiguo cuartel de artillerías, que estaba reservado únicamente a los militares. Es algo más ancho y menos agobiante que el del paseo Sagrera, que era para la ciudadanía en general y contaba con galerías con varios recovecos y curvas.
Según calcula el investigador, en Palma hay unos 130 refugios públicos y más de 600 particulares. “En Ciutat se organizó una red defensiva de las más importantes a nivel nacional”, explica.