Tras su paso por Porreres y Santanyí, donde se estrenó el pasado mes de marzo, El porc, adaptación de uno de los grandes hitos del teatro francés de los últimos años, se sube al escenario del Teatre Sans, de viernes a domingo, a las 19 horas.

Los retos se multiplican con esta versión, por varios motivos. El primero viene dado por el texto de Raymond Cousse, «una reflexión sobre la condición humana», que se ha puesto en escena en España en contadas ocasiones, la más sonada con Juan Echanove como protagonista, poco después de que Pierre Chabert alcanzara el éxito, convirtiendo a esta obra en la pieza francesa más representada en el mundo en los años ochenta.

Segundo motivo. Se trata de la primera aventura teatral de Chus Martín, quien sabe que «no son los mejores tiempos para meterse a productor», aunque aclara que no es el dinero lo que busca. Los aplausos, de momento, no cesan. «El público sale convencido de que es una obra brutal», afirma Martín, quien quiere hacerse con los derechos de autor en castellano para girar por otros puntos de la geografía española.

Orell y el productor de la obra, Chus Martín. | B. RAMON

Hay un tercer motivo, y es que El porc es el primer trabajo al margen de la comedia al que se enfrenta el actor Pedro Orell. «Quería experimentar con el drama y está siendo una experiencia muy enriquecedora y bonita, pese al vértigo que un texto como este, tan profundo, provoca».

«Estoy solo en escena, durante 50 minutos, tocando temas como la vida y la muerte, el trabajo, la sociedad, la amistad o el sexo, a través de la mirada de un animal, el cerdo, y no puedo pinchar», añade Orell.

El director es Santi Celaya, reconocido intérprete que aceptó de inmediato el desafío. El resultado es una obra que «no deja indiferente» y que invita al espectador a hacerse preguntas sin descanso.

Pedro Orell, protagonista de ‘El porc’, ayer en el Sans. | B. RAMON