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Música

Pablo López: «El público puede aplaudir y levantarse solo con la mirada»

El músico malagueño presenta en Palma su gira por 11 ciudades españolas, afirma que las mascarillas no le impiden "conectar" con el auditorio y aplaude la "prueba piloto" de Love of Lesbian

Pablo López atiende a sus fans en el hangar de Air Europa del aeropuerto de Palma

Un día de los de antes. Se echaba de menos una rueda de prensa seguida, bien de modo presencial, o a través de streaming, por hasta 300 personas. El lugar escogido, el hangar de Air Europa en el aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma de Mallorca, con el protagonista sentado al piano, «el espejo más extraño que hay en el mundo». Palabra de Pablo López.

Un día después de su llegada a Mallorca, antes incluso de pisar el Trui Teatre, donde preparará su asalto a la isla, programado a tres asaltos (este viernes, sábado y domingo, desde las 20 horas), el músico malagueño quiso atender a los medios, a los que brindó, a modo de introducción dos canciones al piano, La niña de la linterna y El patio. También se rodeó con algunos de sus fans, unos pocos privilegiados que pudieron fotografiarse con él y darle ánimos: «Eres un valiente en estos tiempos», le susurró uno de sus fieles. 

Pablo López, sentado al piano, "el espejo más extraño que hay en el mundo" B. Ramon

«Esto es una crónica del amor, humilde locura, humilde idea», señaló en su primera intervención, en referencia a una gira, marcada por las restricciones sanitarias, que echa a volar en Mallorca y que incluye un total de 30 recitales en 11 ciudades distintas. Un regreso apoyado en la certeza de que la cultura es segura, y para muestra, una «prueba piloto», la del concierto que Love of Lesbian ofreció el pasado mes de marzo ante 5.000 personas, en una iniciativa pionera en Europa, sin distancias, con mascarillas y previo test de antígenos, tildada por algunos de las redes de irresponsable. «Todo fue bien en ese concierto, ¿no?. Me parece chapeaux, se me ponen los pelos de punta, para felicitarles, aplaudirles y darles las gracias. Era una prueba piloto, y no sé si eso se podría llevar a una gira, porque para hacer pruebas PCR a 5.000 personas todos los días... Desconozco los costes humanos y económicos. Pero lo hicieron, y eso es una maravilla. Toda la gente que ama los conciertos, que está en el meollo metido, se emocionó». 

Deseoso de ponerse delante de su público, Pablo López asegura que la mascarilla no le impedirá conectar con su parroquia, al contrario: «No quiero ganarme enemigos con esto porque todos somos enemigos de las mascarillas, por lo que representan, y amigos por lo que nos protegen, por supuesto. Sin embargo te diré que disfruté muchísimo con los 30 conciertos del año pasado, alguno por aquí, porque es increíble cómo la gente puede aplaudir casi con la mirada. Pueden levantarse y ponerse de pie con la mirada. Con la mirada el público expresa muchísimo, te grita y también te maldice». 

La gira que arranca le regalará grandes retos, como los siete recitales de Barcelona, que han llevado a su madre al «tratamiento psicológico» porque «dice que no voy a aguantar tanta intensidad, y ella sabe lo sensible que es mi corazón», y también le brindará algunos momentos para la relajación, para cargar pilas, algo que busca «en el tenis», un deporte que practica desde la infancia y al que piensa entregarse en Mallorca. Sé que a Nadal no le podría ganar en nada, ni a las chapas. Es el mejor deportista de toda la historia».

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