"Harto de la crítica barata y superficial", de la desesperanza del mañana o de "los cuatro disparos que con tanto descaro nos dio el corazón", Antonio Orozco rinde homenaje en su nuevo álbum al presente y a todos aquellos que en los años más duros de su vida le enseñaron a sostener el vuelo.

De ahí el título de este octavo disco de estudio que se publica este próximo viernes, "Aviónica" (Universal Music), que según la RAE se refiere a la "electrónica aplicada a la aviación" y que para su autor es, sobre todo, "una filosofía hermosa que conjuga mucho con lo musical".

"Es lo que permite que un avión se sostenga en el aire y yo me he sostenido todos estos años gracias a la gente que me lo ha permitido, así que es un homenaje para todos ellos; con las mismas, pretendo que les lleve a otro lugar y que les levante del suelo también", explica a la Agencia Efe.

Construido como un trayecto por los aires, este álbum conciso de solo nueve canciones arranca y concluye con una pista de audio de un aparato que no se sabe si aterriza o en realidad despega.

"Porque el viaje es lo importante. Hablando de circunstancias tan tremendas como las que tenemos hoy, hay que vivir el presente con intensidad. Eso no significa ser irresponsables, sino entender que esto forma parte de nuestra vida y no hacer como que no está pasando, para buscar lo bueno dentro de todo lo malo", reflexiona.

En ese sentido, considera Orozco (Barcelona, 1972) que "estamos en el mejor momento para olvidar, para perdonar y sobre todo para volver a empezar".

No es una valoración baladí, viniendo de quien hace solo unos años sufrió la muerte en apenas mes y medio de la madre de su único hijo, Susana Prat, y de uno de sus grandes amigos, amén de productor de sus discos, Xavi Pérez, sin cuyo timón ha tenido que navegar ahora por primera vez.

"Durante 25 años trabajé con él. Es imposible sustituirlo y ni siquiera lo he intentado, directamente me he puesto al frente de la producción y eso ha constituido un reencuentro con una forma que tenía de hacer", afirma sobre su trabajo con "Aviónica", que llega cinco años después de "Destino", su anterior álbum de estudio.

En su interior, se dan la mano las canciones más bombásticas como el primer sencillo, "Hoy", con programaciones digitales que impulsan el ánimo del oyente hacia arriba, y cortes más relajados en los que el piano y una simples palmas son las que acompañan el periplo, como en el segundo "single", "Entre sobras y sobras me faltas tú".

Destaca un tema titulado "Nana del camino", que pese al título tiene poco de relajada canción de cuna y entronca más con el primer grupo. "Habla de cuando unos padres se enfrentan a una situación tan difícil como la enfermedad de un hijo", afirma sobre lo que considera "un canto a la vida" que construyó junto al actor y cómico Dani Rovira y que vuelve a hablar mucho de "vivir el presente".

Otro de los temas surgió de la conversación entre tres niños que hablaban de "sus verdaderos superhéroes", sus abuelos. "Hoy más que nunca tienen una importancia vital, son la rótula de esta sociedad y gracias a ellos tenemos conciencia de que nos tenemos que ayudar los unos a otros", afirma Orozco ante un corte que tituló con un juego de palabras, "A vuelos", porque no "son solo abuelos, sino que nos enseñan a volar".

"Nadie puede permitirse hablar mal de nadie"

Entre los más importantes sobresale "Si quieres hablamos", un basta ya a la crítica gratuita, sea de un periodista o del vecino del quinto. "La crítica barata y superficial a mí me tiene harto. Cada vez que alguien habla mal de alguien, lo que está haciendo es hablar de sí mismo, porque nadie puede permitirse hablar mal de nadie, aunque sea tu peor enemigo", considera el músico.

El también 'coach' de "La Voz" dice tener esto muy presente cada vez que participa en este concurso de talentos, tras haber sido él mismo víctima de juicios a su parecer poco constructivos.

"He escuchado cosas de mí terriblemente duras. La primera vez que actué en el Palau Sant Jordi, hace 15 años, un periodista dijo: 'Antonio Orozco, una copia más'. Nadie puede saber lo que suponía para mí cantar allí, lo fácil que debió ser escribir esa frase y la destrucción masiva que supuso en mi cabeza y en mi corazón. Pero después aprendes", señala.

El deseo del catalán es volver a los escenarios y su mentalidad positiva le hace albergar esperanzas de que podrá poner en marcha la gira en abril del próximo año, listo en cualquier caso para echar mano del "ingenio", como una "sala VIP" a la que se podrá acceder con la compra del álbum y que ha concebido como un espacio de sorpresas y encuentro con sus seguidores.

"El caso es que las circunstancias no pueden marcar todo el tiempo el devenir de las cosas y, si tengo que grabarme cantando en la ducha con una webcam, lo haré", asegura.