El ciclo de conciertos Sons de Nit resiste, con la esperanza de que la desescalada fructifique y la música en vivo vuelva pronto a los escenarios. "La situación que que está padeciendo el sector cultural y sobre todo el de las artes en vivo como la música en directo es muy dura pero nosotros tenemos la intención de seguir, de momento, para intentar no parar el sector", señalan sus promotores.

Desde la organización recuerdan que detrás de un ciclo como este hay una gestión y un trabajo de meses atrás que involucra a diferentes sectores y muchos trabajadores afectados, desde la programación y la producción a las agencias de booking, diseño gráfico, community manager o producción técnica de sonido y luces, hasta la persona que se encarga de repartir y colgar los carteles de los concieros, por lo que han decidido resistir.

"Desde Fonart -la promotora- hemos tomado la decisión de continuar, pensando con todos los que trabajan con nosotros, para sacar adelante el proyecto. Haremos lo posible para que nuestro público pueda disfrutar de los conciertos y siempre respetando las normas de seguridad sanitaria que se establezcan".

De este modo, el ciclo mantiene su fecha de inauguración, prevista para el 21 de junio, y todos los conciertos programados hasta el 27 de agosto, un cartel que incluye nombres como los de Maika Makovski, Marcel Cranc & Tià Zanoguera, Jay-Jay Johanson y Omara Portuondo, entre otros.

Una de las máximas responsables del ciclo, Ana Espina, con una larga trayectoria a sus espaldas en la organización de conciertos y festivales, recuerda que en "estos días tan devastadores todos hemos agradecido ese inmenso río de generosidad regalando arte, música y literatura, pero eso puede convertirse en el monstruo que nos devore, contribuyendo a devaluar, a banalizar las obras de los creadores y el trabajo de todas las artes y oficios de la cultura".

"La música, el arte, no son sólo para la fiesta, son nutrientes necesarios. No exigimos que nos regalen pan y tomate pero sí parece que exigimos nos regalen creaciones. Ahora, cuando toca planificar el resurgir de la actividad profesional del sector cultural sería necesario que las personas estuvieran educadas en la idea de que detrás de toda creación hay uno o muchos trabajadores que no viven del aire, necesitan ingresos", reclama.