Diario de Mallorca

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Música: crítica

La inmigración, según Shakespeare

Maremar

Auditòrium de Palma

Companyia Dagoll Dagom. 25-01-20

Shakespeare está todo. Todas las situaciones posibles, los sentimientos, los amores y venganzas… Todo está en Shakespeare. La inmigración también, y tal como la vivimos ahora, en forma de drama para muchas personas que salen obligadas de sus hogares y países en conflicto. Shakespeare sirve, como nadie, pera retratar el sufrimiento de los refugiados que consiguen llegar a alguna costa del Mediterráneo. Como Pericles el príncipe de Tiro, la que fuera gran ciudad fenicia y por la que han pasado múltiples civilizaciones. Pericles, según Shakespeare, debe huir de su pueblo y deambular por el Mediterráneo, sufriendo ataques piratas, traiciones y toda clase de desventuras. Eso lo cuenta el autor en Pericles, príncipe de Tiro, una de sus obras hoy injustamente, menos representadas.

Pues bien, ese tema, ese argumento, es el que utiliza la compañía Dagoll Dagom para presentar Maremar, un espectáculo teatral, musical y de danza, actualizando la situación y equiparándola a la que viven hoy las personas que buscan asilo y refugio a través del mar.

En Maremar está Shakespeare, pero también buena parte de la historia contemporánea. Y todo ilustrado con versiones de algunas canciones de Lluís Llach. Llach sirve de apoyo a un espectáculo magnífico. En las músicas de Llach hay añoranza, hay reivindicación, hay tragedia, pero también hay esperanza. En Shakespeare también. Y en Maremar, naturalmente.

Sirviéndose de las voces y algunos instrumentos de percusión, Dagoll Dagom recrea temas de Llach y los adapta a situaciones que bien pueden haber sido vividas por muchos de los emigrantes que buscan asilo.

Y como escenario, una enorme cortina sobre la cual se proyectan dibujos y fotografías reales. Esa cortina, junto a pequeños elementos como una mesa o unos sacos cúbicos y unas cuerdas, añadidos a un vestuario enormemente atractivo y a una iluminación muy afinada, hacen que Maremar sea un espectáculo de alto nivel. Y eso, sin dejar de mencionar el buen hacer del equipo actoral, que recita, canta y baila de forma impecable.

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