Nuevo Premio Nacional para la cultura mallorquina. La escritora Antònia Vicens (Santanyí, 1941) ha merecido el Premio Nacional de Poesía 2018 por su libro Tots els cavalls, una obra que ha conquistado al jurado porque muestra "una vocación poética que contempla toda una vida a través del tamiz de una expresión seca, dura, inquieta y fulgurante".

El galardón, dotado con 20.000 euros, fue fallado ayer. La directora general del Libro y Fomento de la Lectura y presidenta del jurado, Olvido García Valdés, es la que llamó ayer al mediodía a la poeta mallorquina. La sorpresa fue máxima. "No me lo esperaba. De hecho, no sabía ni que se entragaban estos premios. Vivo al margen de este mundo. Estaba haciendo un sofrito para un arroz cuando me han llamado para comunicarme que me otorgaban el Premio Nacional", confesó. A partir de aquí, fue una "tormenta de llamadas" y de felicitaciones. La laureada escritora afirmó que nunca se le había pasado por la cabeza la posibilidad de recibir esta máxima distinción poética. "Cuando escribo solo escribo lo que quiero y cuando quiero. Por eso, cuando llegan estos premios, sorprenden porque no te lo esperas".

Y en el capítulo de dedicaciones, una de las plumas poéticas más brillantes confesó en un primer momento que no había pensado a quién dedicar el premio pero acto seguido razonó que posiblemente "se lo dedique a los presos políticos. No estará nada mal dedicarles este premio". "Ya está bien de que en los tiempos que corren haya presos políticos. Es una vergüenza. Estoy completamente en contra. Yo soy sincera siempre conmigo misma y con lo que digo. No puedo entender que en democracia no haya libertad de expresión y que no se respeten las urnas tanto de Cataluña como de cualquier parte del mundo", sentenció. Aprovechó la ocasión para reclamar que "dejen en libertad a los presos políticos". "Tienen que estar en la calle", defendió tras recordar que tiene poemas publicados y dedicados a los políticos catalanes en prisión. "Haría mal si me meto en casa al recibir el premio y no decir nada sobre esto", añadió. Y no. No piensa renunciar al galardón. De hecho, tiene la esperanza de que Cataluña y España se entiendan. "España terminará respetando la decisión de voto de los catalanes", vaticinó.

" Tots els cavalls ha emocionado mucho al jurado", argumentó la autora que hace dos años recibió el Premio Nacional de Cultura de la Generalitat. Sobre la dotación del premio, bromeó que los 20.000 euros están muy bien para "una poeta jubilada".

Y sobre su obra, explicó que hace referencia a un sueño que tuvo. "Un día soñé con un precioso campo verde con cuatro caballos que corrían. Uno amarillo, uno rojo, uno negro y uno blanco. Este sueño me perseguía por su belleza. Luego pensé que eran los colores de los caballos del apocalipsis. Traían muerte, hambre, guerra... Estamos en este mundo en el que tenemos la posibilidad de ver lo que pasa con un dolor espantoso. Así nació. Intento coger el horror que hay en el mundo pero también la belleza", desgranó una Antònia Vicens que defiende que para ella escribir siempre ha sido sinónimo de libertad. "Me parece fatal que todavía haya barreras para las palabras". Apasionada por la lengua catalana, publicó en 2009 su primer libro de poesía, Lovely. Le siguieron Sota el paraigua el crit (2013), Fred als ulls (2015) y Tots els cavalls. También ha escrito en colaboración con Josep Maria Llompart el libro de memorias, Vocabulari privat. En ningún momento piensa si la poesía está de moda o no porque es su modo elegido para expresar el pozo interior de cada uno.