¿Por qué un músico debería asociarse a AIE (Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes)?

Hay muchas razones, la más importante: para cobrar sus derechos de intérprete. Muchos músicos todavía no saben que además del derecho de autor existe el derecho de intérprete y que los músicos cuando grabamos discos, un programa de radio o una película el uso posterior de esas grabaciones genera un derecho que AIE lo recauda y lo reparte entre los socios. También hay una serie de ventajas añadidas: circuitos para los intérpretes, seguros, ayudas…

¿Son suficientes o demasiadas las ocho sociedades de gestión de derechos de propiedad intelectual que hay en España?

Yo creo que son muchas, porque ocho sociedades quiere decir ocho estructuras diferentes y eso cuesta mucho dinero. Pero tal y como han ido surgiendo las cosas en España a partir de la ley de propiedad intelectual de 1987, ha sido una generación espontánea y lógica, los profesionales se han ido agrupando en sus sociedades para gestionar sus derechos de autor, primero para conseguirlos y una vez que estaban legislados, para gestionarlos.

¿Qué diferencia a AIE del resto?

Cada sociedad gestiona un derecho diferente. La SGAE, por ejemplo, gestiona los derechos de autor y del editor; AGEDI, los de los productores; AISGE, los de los actores de audiovisual, etcétera, etcétera. Todas estamos interesadas en la legislación de la propiedad intelectual, tanto en España como en Europa, pero cada una gestiona uno derecho que son diferentes pero que van paralelos, de forma que hay obras que generan tres o cuatro derechos a la vez, como pueden ser los del autor, intérprete, productor....

¿Los escándalos de SGAE están pasando factura a las otras sociedades de gestión?

Sí. SGAE es la sociedad más grande de todas, ella sola recauda más que todas las otras juntas, y es la más antigua: el derecho de autor tiene 120 años de historia en España. Todo lo que le pasa a la SGAE repercute de una u otra forma a las demás sociedades, y sobre todo en un sentido, que es el peor, la batalla de la opinión pública. ¿Qué pasa cuando la SGAE genera escándalos, problemas y líos que salen en los periódicos casi a diario, con sus directivos procesados? Pues hay una reacción, primero en la opinión pública y luego también en los estamentos de las administraciones, diciendo: cuidado, esto no funciona bien. Y claro, eso se extiende. No es cierto que la propiedad intelectual no funcione bien, hay siete sociedades que lo hacen perfectamente, controladas por el ministerio y supervisadas, y una que ahora no funciona bien, la SGAE. En la adaptación que se está realizando ahora de la ley de propiedad intelectual con las directivas europeas se está haciendo muchísimo hincapié en la transparencia de las sociedades de gestión, en la correcta administración, que el reparto sea adecuado… ¿Por qué? Porque han detectado con la SGAE que eso no está siendo así. Pero las demás no tenemos la culpa aunque nos van a machacar a base de controles. Que lo hagan, no hay problema, porque lo tenemos todo en orden, pero no deja de ser un incordio que te estén cuestionando constantemente.

A menudo se escucha que los músicos van por libre. ¿Hay algo de cierto en eso?

Es muy cierto. Está en el carácter. Creo que la música genera un tipo de mentalidad tirando a lo individualista aunque luego nos agrupamos mucho para tocar. Los músicos, en general, son poco organizados, gente poco dada a la burocracia y a preocuparse de la seguridad social, y eso genera una serie de problemas muy graves a lo largo de la vida laboral, y sobre todo cuando se acaba la vida laboral, al no tener protección social como cualquier otro trabajador. No queda más remedio que pelear con eso y afortunadamente hemos conseguido que en AIE ya seamos 26.000 socios, lo que significa que la práctica totalidad de la profesión en España, el 99 por ciento, está con nosotros.

¿La de músico sigue siendo una profesión casi marginal?

Cuando era adolescente y decía que quería dedicarme a la música, en mi casa pensaban que me había vuelto loco de verdad. Eso hoy no ocurre pero es cierto que no hay todavía un tejido laboral bien organizado en la música, y en ese sentido sí que es marginal. Tenemos un régimen de cotización en la seguridad social especial, el de artistas, que perjudica mucho; falta tejido organizativo, sindical, asociacionista… Y eso es lamentable. Tenemos muchas carencias.

¿Qué le pediría al ministro de Cultura en materia musical?

Una ley de propiedad intelectual más ajustada a las necesidades y la realidad en la que vivimos. La ley se va reajustando pero se reajusta más por directivas europeas que por iniciativa propia. Creo que hay que darle una vuelta seria y hay un proyecto en el Parlamento que es muy interesante que sea aprobado por todos los grupos parlamentarios que es el Estatuto del Artista, que es una mirada al futuro interesantísima porque no solo abarca el aspecto puramente laboral sino todos los aspectos de la vida artística, incluso de la gente que trabaja en materias artísticas sin ser artista: técnicos, auxiliares y otros profesionales. El Estatuto del Artista, si sigue adelante, puede ser una piedra esencial.

Suburbano cumplirá en 2019 cuarenta años de carrera. ¿Lo celebrarán de algún modo?

Suburbano sigue en activo pero de un modo un poco intermitente, con paradas cada un par de años porque hacemos la banda sonora de una película u otra cosa. Ahora estamos revisando todo nuestro trabajo en estos 40 años. Preparamos una antología de nuestros 12 ó 13 discos publicados para regrabar 20 ó 25 temas y publicar un álbum con motivo de este aniversario.

¿Habrá gira en 2019?

Claro, y esperamos pasar por Mallorca. La última vez que vinimos fue en unas fiestas de Sant Sebastià, con nieve. Al final cancelaron el concierto. Volvimos un año después y tocamos con Sabina.

Esta semana se ha publicado el último trabajo de estudio de Aute, ‘Aute canta a Oroza’. ¿Qué aprendió usted trabajando con Aute?

Mucho, y no solo de música. He aprendido de él más como persona. Aute es como mi segundo hermano mayor. Es como si me hubiera adoptado. Siempre ha sido un aliado. Aute tiene otro disco inédito sobre otro poeta y ahora saldrá uno doble en directo, de su última gira. Todavía tiene mucho que contar.