Con Santiago Sierra (Madrid, 1966) llegó el escándalo, para unos, y la libertad de expresión, para otros. Desde el pasado domingo está instalada en la Plaza de España una de sus obras más polémicas, Presos políticos en la España Contemporánea, pieza que fue censurada en la última edición de ARCO y que desde su llegada a Mallorca ha despertado todo tipo de reacciones, desde insultos a aplausos.

La exposición de la obra de Sierra dio ayer el ´sus´ a la denominada Setmana per la Llibertat d´Expressió, que alcanzará su momento culminante el próximo fin de semana, con una catarata de actos que incluyen representaciones teatrales, rutas poéticas y conciertos que pondrán en escena a más de un centenar de artistas, algunos perseguidos por la justicia, como Willy Toledo, Soziedad Alkoholika, Pablo Hasél o Def Con Dos.

"¡Cómo se permite esto, y además en la Plaza de España!, ¿dónde vamos a acabar?", le espetó ayer un hombre visiblemente enfadado a dos agentes de la Policía Nacional minutos antes de que se inaugurara la muestra de Sierra. Su obra, compuesta por 24 retratos pixelados sobre textos explicativos que permiten la identificación de los personajes, entre ellos el líder de ERC Oriol Junqueras, ´los Jordis´ o activistas del 15-M, permanecerá en Plaza de España hasta el próximo día 24. Su instalación no solo ha provocado muestras en contra, también a favor, como la de una mujer que pañuelo en mano sacaba ayer brillo a las fotografías o los aplausos del público que siguió la inauguración a cargo de tres representantes del Grupo de apoyo al rapero Valtonyc.

La pieza Presos políticos en la España contemporánea que puede verse en Palma es una réplica del original, actualmente expuesto en Barcelona, en el Centre de Cultura Contemporània. Su instalación en Plaza de España se produjo el pasado domingo por la tarde, cuando ya se registraron algunos incidentes, ninguno de gravedad.

"Mientras montábamos la pieza algunos nos llamaron sinvergüenzas y hubo un chico que quiso derribarla", aseguran desde el Grupo de ayoyo a Valtonyc, colectivo que ayer estuvo representado en Mulay Embarek, Ari Suárez y Maria de Lluc Forteza.

Dichos representantes descartaron cualquier opción relativa a la contratación de un equipo de seguridad para proteger la pieza. "Puede pasar de todo", reconocen. "Si hay algún atentado contra la obra de Sierra será un acto de censura más", valoran.

Con esta exposición, y también con todos los actos programados durante esta semana, "queremos denunciar la vulneración de derechos fundamentales y demostrar que Palma es una ciudad comprometida con la libertad de expresión", señalaron los organizadores. "También es una semana en homenaje a nuestro compañero Valtonyc, que ha tenido que elegir la clandestinidad", añadieron.

Por su parte, la regidora de Función Pública, Aurora Jhardi, aclaró que desde el ayuntamiento solo se "ha hecho la cesión de un espacio público", tras recibir una solicitud que "cumple con todos los requisitos legales", y subrayó que el consistorio "no colabora" en este acto.

Jhardi confía en que los ciudadanos sean "capaces de debatir desde la tranquilidad" y recuerda que el arte "puede gustar a unos y desagradar a otros. Que la gente se puede quejar, pacíficamente, también forma parte de la libertad de expresión".

Los textos explicativos de la obra de Sierra pueden leerse en inglés, "para internacionalizar el conflicto", algo que no gustó a parte del público presente ayer en Plaza de España. "Tendrían que estar en catalán", protestó una y otra vez un ciudadano en voz alta. Otro, también disgustado, se encaró con un fotógrafo, al grito de "estos no son presos políticos, sino políticos presos, y algunos también asesinos de niños".

El presidente de ACTUA, Jorge Campos, también cargó contra una exposición que defiende a Valtonyc como "preso político" y denunció que en la madrugada del domingo al lunes se colocaran "lazos amarillos en uno de los puentes de Passeig Mallorca. El Ayuntamiento no ha querido retirarlos pero los ciudadanos de Palma ya han limpiado el puente".

"Estos hechos demuestran la connivencia del alcalde Noguera con el separatismo radical y la amenaza real que ya sufrimos en Balears por parte de quienes pretenden anexionarnos a los llamados países catalanes", lamentó Campos.