"Todo empezó con el blues". Así lo cuenta la cantante norteamericana Sheila Jordan, que éstos días está en la isla. En el Mallorca Jazz sa Pobla subió al escenario a diez artistas locales, las alumnas que participaron durante tres días en las masterclass que realizó en sa Congregació.

Sheila Jordan es efervescencia en estado puro. A sus 88 años transmite una pasión por la vida y por la música que no deja a nadie indiferente. Es una líder. Una alquimista que ha transformado lo que le hacían sentir sus duras circunstancias en algo más liviano gracias al jazz, según ella misma explica. "Cantar me aliviaba, me hacía sentir bien y eso también es lo que quiero transmitir, el placer al cantar. Sentirlo dentro y transmitirlo. Esa belleza, y a la vez explicar tu sufrimiento y lo que te está pasando a ti o a la sociedad", relata.

En un principio podría parecer que sus clases invitan a exponerse a una dura exigencia. Habla claro. Su talento y la experiencia la han llevado a afinar la corrección y a no perder el tiempo. Aunque lo que en realidad recibieron las diez alumnas de Jordan fue una sinceridad que marca un antes y un después de haber establecido contacto con ella. Entrañable, gracias a su sentido del humor, picante y dulce, hace que el miedo escénico se vuelva más liviano.

Sheila Jordan ofreció una guía para aprender jazz a todas las vocalistas participantes: escuchar al resto de músicos cuándo se está cantando, sentir la música, prestar atención al ritmo y saber inglés. "No es fácil enseñar jazz. Lo primero que hace falta es que sepan de ésta música, que la conozcan bien. Aquí en Mallorca sois privilegiados por los músicos que tenéis, grandes profesionales y también por éste festival y los seminarios. Algo que no sucede frecuentemente ", subrayó.

Jordan cuidó a sus alumnas, insistiendo mucho en que tenían que ir a los conciertos con las propias partituras, en su tonalidad, y "dejar las originales en casa", explicaba medio en broma y recordando momentos que ella misma ha vivido en su extensa trayectoria. "Hay algo también importante. Saber que no todos los músicos son buenos acompañantes. No siempre vas a estar al lado de un pianista que te acompañe. Va a tocar fuerte y sin escucharte y eso no te conviene para nada", advirtió.

Con estas directrices las vocalistas subieron a diario a un escenario íntimo en sa Congregació por las mañanas, y por las noches en el centro de la Plaza Mayor, en Jams Sessions con Toni Miranda Trio o Fran Calberg y Jimmy Weinstein, líder de la Travelling School junto a Lilly Santon, discípula de Jordan, que vio con éste seminario un sueño realizado: el poder traer a Jordan en un seminario dentro del Festival Mallorca Jazz sa Pobla. Hoy se la puede escuchar en el Studio Weil.