Morodo (Rubén David Morodo Ruiz, Madrid 1979) es la primera fila de la mezcolanza de hip hop y reggae en España. Es un referente y como tal su nuevo material se espera casi con ansia. Su último lanzamiento en larga duración fue Reggae Ambassador en 2014, y en este 2017 ya ha dejado asomar un single, Hip Hop Sparta, toda una declaración de principios. Actúa en la jornada del viernes del Mallorca Live Festival a las 22:15 h.

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“AL REGGAE EN ESPAÑA LE FALTA ALCANZAR EL LUGAR DEL HIP HOP”

-¿Dónde hay más declaración principios en tu último tema: en “Hip hop” o en “Sparta”?

-Mucho más en la parte del hip hop. En lo que concierne a la parte cultural hay que ser mucho más espartano en actitud, mucho más combativo e insistente. Porque hay que recordar que llevamos ahí muchos años.

-Algo que me llama la atención y no sé si es trivial: dura solo 2 minutos y 48 segundos. ¿Había ganas de ser muy concreto?

-Pues creo que es casualidad, aunque sí es verdad que no quería estribillo y busqué centrarme en la pura lírica. A veces una canción funciona de la manera más simple, con solo dos estrofas.

-Has hablado a menudo de mantener la esencia en la música. Pero dicen que el flamenco nunca será lo mismo porque los nuevos intérpretes no han pasado hambre, de la misma manera que dicen que el hip hop nunca será lo mismo porque los nuevos escritores se han criado ante una pantalla de ordenador y no en la calle.

-Flamenco, hip hop y reggae comparten una rabia vital, y hay una generación, la vieja escuela, que siempre va a tener ese duende. Aparte de que en el hip hop veo muchos más matices culturales. No es solo juntarse, y esa esencia estará siempre. Sobre el hip hop de hoy, hay muchos raperos con mucha cultura o que han podido acceder a mucha música, pero somos los espartanos los que conocemos las canciones y las maneras de antes, y es nuestro deber mantenerlo y transmitirlo.

-Dijo un rapero veterano que en los discos de antes la canción número doce era tan buena como la primera. Ahora el consumo de música es mucho más fragmentado. ¿Eso te condiciona?

-No, no es mi problema. Es cierto que los discos antes eran buenos en general, y ahora, en todos los géneros, no solo en el hip hop, solo hay trabajo real en una o dos canciones. Es un McDonald’s musical. Hay gente que ha decidido adaptarse a eso, y me parece legítimo.

-A un primer espada del reggae y el roots

-Difusión. Es lo mismo que decía del hip hop hace quince o veinte años, que ya ha conseguido estar en los medios y las promociones. Al reggae le falta alcanzar el lugar del hip hop.

-Lo que no le falta: público. El Rototom va a triunfar un año más [principal festival de reggae a nivel europeo, empezó en Italia en 1994, y desde 2010 se celebra en la población alicantina de Benicàssim, en una cita que dura ocho días y que el año pasado congregó a más de 250.000 personas].

-Desde luego que no, pero hace falta más circuito, más logística, no solo la fanaticada. El Rototom ha provocado que muchos festivales incluyan ahora un escenario de reggae. Tal vez estaría bien que en vez de durar ocho días generara más festivales más cortos.

-¿De acuerdo con Mad Division [grupo de la discográfica Mad91 fundada por Morodo] cuando dicen que no hay tener miedo a mezclarlo todo?

-VikBass es un gran productor que tiene la cantina siempre abierta a todo licor que pueda llegar. Por supuesto que no tienes que tener miedo a probar y probar. Entre los músicos siempre decimos que no vas a inventar nada. Solo puedes ser original en la mezcla.

-¿El reggae es terapéutico?

-No solo el reggae: toda la música, porque es vibración y es vida. Todo vibra en el planeta. Y con la música ríes, lloras, saltas o te enfadas.

-¿Te interesan las redes sociales?

-Son necesarias. Es parte de la infraestructura de cómo funcionan las cosas hoy día, pero no soy muy fanático de ellas. Pero es obvio que actualmente son imprescindibles para los músicos, para crecer y expandirte. Hay que pactar con el demonio.

-¿Qué te parece el trap que se está haciendo en España?

-Hay cosas y cosas. Quiero verlo dentro de unos años, porque hoy me suena un poco sistemático y repetitivo. Todo incluye un porcentaje de error, y dentro de unos años veremos quiénes son artistas de verdad, porque hoy veo mucho ni-ni y youtuber. Me da la impresión de que hay siempre un buen productor detrás y poco o nada delante. No me hace vibrar.

-Desde luego es envidiable cómo ha conseguido conectar con el público más joven. ¿Crees preocupante que el género tire más por la provocación y el farruqueo que no por el colegueo y el entendimiento?

-Tal vez no tienen filosofía sino solo pataletas. Me niego a creer que el futuro son gente que vacila de todo sin haber vivido nada.

-¿Sabes ya por dónde va a ir el nuevo material de Morodo?

-Siempre digo que me gusta investigar, volver, salir y volver de nuevo. Quiero aprovechar todo lo que pueda. En lo próximo habrá mucha electrónica, dentro siempre del reggae, de nuestro tempo, y del hip hop. He sido analógico, de ritmos midi, de programación, de todo lo que me ha apetecido. Y ahora estoy trabajando con los beat makers de siempre, con los productores de toda la vida, pero buscando cosas nuevas. En las voces sí que estoy volviendo a los inicios: una sola pista, sin trucos. Y hasta aquí puedo leer.